Por: Hernan Baquero Bracho
Lo sucedido el lunes 15 de Febrero en la vía de Valledupar – Villanueva, específicamente sobre el puente Marquezote ( Río Mítico del municipio de la Jagua del Pilar) sobre el filo de la 1:15 de la tarde, lo deja ha uno con los pelos de punta. Pero además produce dolor, tristeza, congoja y sobre todo rabia. Rabia en el corazón es lo que en estos momentos tenemos los Villanueveros por la perdida de 5 vidas humanas, por la irresponsabilidad de estos contrabandistas de la gasolina, de esos bien llamados “Caravana de la Muerte” y que para otros constituyen la banda de los pacíficos que han truncados vidas a lo largo y ancho de nuestro departamento. El año 2009 registró el mayor número de accidentalidad estadísticamente hablando en toda Colombia y el mayor número de muertos y todo a la ineptitud en el volante en el volante y lo que transporta en esos carros fantasmas que como el ladrón en la noche, pasan raudos por nuestras carreteras, sin quien los controle y sin quien los detenga, son en el argot popular “Los Terroristas” de marras de esta carrera alocada de la gasolina.
¿Hasta cuando? Hasta cuando vamos a permanecer impávidos y pasivos por los atropellos que estos conductores de la muerte, generan en nuestras vías, que con toda la choya de caso pasan como los dueños del volante y de las vidas humanas que truncan y que asesinan con su “Terrorismo” del combustible maldito. Y ¿Las autoridades que hacen a todo esto? ¿Y la policía Aduanera, será que también les tienen miedo a estos desalmados del volante? ¿Dónde está la autoridad municipal? ¿Dónde está el arrojo de nuestra raza Guajira? ¿O será que ya perdimos el pundonor de una raza bravía? Así como vamos, si lo creo. Estos “Pacíficos” nos maltratan, nos ultrajan, nos humillan y nos asesinan de la manera más impune a nuestros conciudadanos y todos nos quedamos impávidos ante tanta lisura. El contrabando de combustible, necesita acciones inmediatas para que no se sigan cometiendo accidentes fatales, como el ocurrido el lunes 15 de febrero. El señor presidente de la república debe tomar decisiones fuertes y la autoridad que recaiga con todo el peso de la ley a estos nuevos jinetes del apocalipsis que con tal de lograr “ Coronar” su carga infernal se llevan por delante ha gente inocente y que como el caso de “Chiche” Bolaño que se ganaba la vida honradamente con su herramienta de trabajo mantenía a una familia y era un muchacho amable y carismático que encontró la muerte de la manera más absurda en la vía que conducía diariamente y que conocía a la perfección.
¿Quién le devuelve la vida a “Chiche” Bolaño y a su familia? ¿Quién le devuelve la vida a esa enfermera abnegada, sufrida y ejemplar llamada Amparo Henríquez y a su hija? ¿Quién le devuelve la vida al popular Tola y a su familia? ¿Y cuando el gobierno nacional y departamental le pondrán coto y fin a la caravana de la muerte? ¿Y qué hacemos con la pasividad descarada de las autoridades policiales? ¿Será que no seremos capaces de contener los atropellos que registra el contrabando de combustibles?.
Hoy solamente se siente en nuestro pueblo la tristeza, la conmoción y el dolor por la perdida de varios integrantes de familias honradas y trabajadoras y que todavía no salen de su shock, ya que todavía no le han podido dar cristiana sepultura, debido a lo incinerado en que quedaron estas vidas humanas. ¿Cómo se sentirá Rosita, Yesenia, Wilmar, Moisés y Armando? ¿ Y la otras familias Villanueveras?. No me imagino ese cuadro familiar. ¡Ay señor danos fortaleza, entereza y paciencia, para resistir tantos atropellos de los mercaderes de la muerte! ¿Quién nos salvará?.
Por: Jorge Juan Orozco Sanchez
Las débiles decisiones tomadas por el Gobierno Departamental y Nacional para tratar de evitar el contrabando de gasolina no están siendo suficientes y esta situación no es sostenible, desmantelar la infraestructura para el contrabando de gasolina venezolana hacia Colombia no es tarea fácil pero hay que poner punto final a este peligroso fenómeno que cada día crece.Consientes que la oportunidad al trabajo es un derecho, también es un derecho fundamental la vida por sobre todas las cosas, hoy Villanueva principalmente y municipios existentes entre el Departamento del Cesar y La Guajira no pueden seguir poniendo muertos por una problemática de desempleo y ausencia del estado que no es del resorte, ni de las administraciones municipales y mucho menos de las personas que transitamos permanentemente por esta vía.
Hoy vemos un fenómeno igual o peor que la subversión o el paramilitarismo, fenómenos que azotaron grandemente a Villanueva, pero el crecimiento de esa mafia disfrazada de economía informal, que tiene arrinconados hasta la autoridades nos está haciendo un daño incalculable, en el afán de ganar dinero fácil, rápido y bajo el efecto del alcohol y las drogas cuando van a abastecerse de combustible en la frontera con Venezuela.
Si bien es cierto que por el desespero y responsabilidad de dar de comer y mantener una familia hay personas que obligatoriamente ejercen esta actividad arriesgando su propia vida, paralelo a ellos existe un grupo importante de “pimpineros” transportadores que si irrespetan a la autoridad que quedara para el resto de la comunidad que utiliza la vía para cumplir con deberes laborales de estudio o cotidianos?.
Villanueva eleva su voz de protesta, repudia y censura a esos inconscientes, que vienen día a día de una manera irresponsable y bajo efectos de sustancias que alteran su comportamiento, sumado a los gases que emana la gasolina “asesinando” a seres indefensos y a trabajadores legales como son los taxistas transportadores, ocasionado además un sin número de huérfanos, viudas y viudos quienes al transcurrir de un corto tiempo solo sus familiares sentirán su falta y convivirán con su dolor profundo para el resto de sus días. Así como se han creado bloques de búsquedas, fuerzas de reacción, deben los gobernantes locales y regionales construir una propuesta que gradualmente organice parte de este gremio que tiene vocación de pequeños empresarios y atacar sin contemplación a esas amenazas que en carros viejos convertidos en bombas ambulantes han enlutado un número importante de familias prestantes de Villanueva y la región.
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