En el marco de la versión 47 del Festival Cuna de Acordeones, Villanueva vivió una jornada cargada de recuerdos, nostalgia y gratitud al rendir homenaje a Juan Carlos “Cao” Mendoza, expresidente del Festival, folclorista apasionado y gran defensor de la tradición vallenata, quien el día de hoy habría celebrado sus 80 años de vida. La conmemoración inició con una eucaristía y posteriormente con una ofrenda floral en el campo santo donde reposan sus restos, y culminó en la Casa de la Cultura de Villanueva, donde incluyó por primera vez un conversatorio sobre la vida y legado de ‘Cao’ Mendoza, en el que familiares, amigos, artistas y miembros de la comunidad compartieron anécdotas y reflexiones sobre la trayectoria de quien en vida fue llamado ‘el amigo de todos’. Voces de gratitud y memoria Su hermano José Men-doza recordó los múltiples momentos de parranda que compartieron y la entrañable unión fraternal que inspiró canciones como ‘Mi hermano y yo’. Visiblemente conmovido, confesó haber pasado el día escuchando esa melodía como homenaje íntimo a su hermano. Edgar Quintero lo evocó como un hombre humilde, consejero y conocedor profundo de la historia vallenata, destacando que su legado cultural lo convierte en un referente de Villanueva y del folclor en toda la región. Por su parte, Juan José Daza Mendoza, sobrino de ‘Cao’, recordó con emoción la emblemática tertulia que fundó su tío en ‘El Palomar’, lugar de encuentro para amigos, músicos y amantes de la cultura. “Mi tío ‘Cao’ nos enseñó el amor por el canto, por Villanueva y por el vallenato. Ese es el legado que seguimos cultivando”, expresó. El artista Daniel Celedón, presente en el acto, manifestó que lo que estaba planeado como una gran celebración terminó siendo un día de tristeza, aunque lleno de admiración. “La primera vez que me presenté en el Festival, el primer saludo lo hice a ‘Cao’ Mendoza. Lo queríamos mucho y su recuerdo estará siempre con nosotros”. Un hombre que vivirá en cada acorde ‘Cao’ Mendoza falleció hace tres meses, pero su memoria permanece viva entre familiares, amigos y la comunidad vallenata. Su carácter alegre, generoso y comprometido con la cultura lo convirtió en un líder cultural irremplazable. Fue impulsor incansable de la preservación de las raíces y la esencia del Festival Cuna de Acordeones. El homenaje culminó con un aplauso colectivo en memoria de este baluarte de la tradición, celebrando su vida y reconociendo que su nombre seguirá resonando en cada verso, en cada acordeón y en el corazón de Villanueva. Hoy, en el día de su natalicio número 80, Villanueva no solo lo recordó, lo celebró.
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