
Tienen razón los que piensan que la canción ‘Ausencia sentimental’, del compositor guajiro Rafael Manjarréz Mendoza, es la más fiel radiografía de la nostalgia, el sentimiento en trance del que se encuentra lejos y la memoria viva que busca en los recuerdos un presente igual o mejor, pero que al recibir “las razones de sus compañeros”, todo se torna diferente.
La canción ‘Ausencia sentimental’, ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1986, tiene sabor a parranda, a música, a encuentro con amigos, a nostalgia, a paseo en el balneario ‘Hurtado’; ingredientes que la incrustaron en el corazón de un pueblo como la más querida de todas las inéditas.El himno del guayabo me tiene por los caminos que el compositor recorrió a la distancia con su pensamiento, y caigo en cuenta que “hay cosas que hasta que no se viven no se saben”.Personas, lugares y hechos hacen parte vital de la estructura de esta inspiración que nació muy lejos de Valledupar, pero cuando fue escuchada por la multitud se sembró para siempre en la plaza ‘Alfonso López’ al lado del legendario palo e’ mango.
La canción ‘Ausencia sentimental’, ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1986, tiene sabor a parranda, a música, a encuentro con amigos, a nostalgia, a paseo en el balneario ‘Hurtado’; ingredientes que la incrustaron en el corazón de un pueblo como la más querida de todas las inéditas.El himno del guayabo me tiene por los caminos que el compositor recorrió a la distancia con su pensamiento, y caigo en cuenta que “hay cosas que hasta que no se viven no se saben”.Personas, lugares y hechos hacen parte vital de la estructura de esta inspiración que nació muy lejos de Valledupar, pero cuando fue escuchada por la multitud se sembró para siempre en la plaza ‘Alfonso López’ al lado del legendario palo e’ mango.
Con el paso del tiempo, la canción ha dejado regados pedazos del alma vallenata, porque muchas de las personas por quienes pregunta el compositor partieron a otra parranda, la parranda celestial. Ellos siguen presentes en la memoria de todos desde que la voz del cantante Silvio Brito la divulgó por los medios de comunicación, y se metió en el corazón de los que saben que “el que nunca ha estado ausente no ha ‘sofrío’ un guayabo”.
Ausencia sentimental
Los años han pasado, y los que se encuentran lejos de allá se quieren venir para el Festival. Precisamente, desde Canadá un cesarense narra, sin cantar, lo mismo que ‘Rafa’ Manjarréz sintió en la fría capital del país en 1977, año en el cual compuso su célebre canción.
“A medida que se acercan los días para que comience el festival mi corazón se arruga de tristeza. Estoy tan lejos que doy un paseo con mi pensamiento por los lugares comunes donde se hacen las competencias y me invade un desosiego enorme. Esa canción de ‘Rafa’ Manjarréz la vivo y la siento acá con mayor intensidad. Ahora, con el recurso de Internet, tendré un pequeño respiro a la nostalgia y es escuchar el Festival Vallenato por Radio Guatapurí, emisora de Valledupar”.
A la distancia se calca la nostalgia del amigo por la ausencia sentimental que no le permite escuchar en vivo un acordeón bien tocado, un verso improvisado y una canción alegre o llena de sentimiento. Él, como muchos en Colombia y el mundo se mueren por venir, pero su deber es quedarse por diversas circunstancias de la vida.
Seguramente, los que no podrán venir son muchos, las preguntas continuarán repitiéndose y responderé que el maestro Escalona, Doña Consuelo y el doctor López ya partieron hacia la eternidad, y que son tantos los ausentes que el camino hacia Valledupar está bañado con lágrimas que se secan con un pañuelo adornado con un acordeón.
No tengo respuesta al interrogante sobre si todavía en el corazón del compositor vive sin pagar arriendo su negra del alma, pero de lo que sí estoy seguro es que continúan contándose las anécdotas y los cuentos buenos, que el palo é mango sigue en la plaza igual, que los guajiros no faltarán y que ‘Ausencia sentimental’ se escribió en el pentagrama del alma, logrando correr como gotas de amor mezcladas con nostalgia por los recovecos del corazón de nuestro querido Valledupar.“El que nunca ha estado ausente no ha ‘sufrió’ un guayabo, hay cosas que hasta que no se viven no se saben. Creo escuchar en el aire un paseo bien tocado, deliro esperando que alguien me llame del Valle”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario