25 de julio de 2016

Vive al lado de un lago que está contaminado. Miredis Contreras solo pide una vivienda para vivir su vejez en Villanueva

"Con ayuda de algunos habitantes de la zona, la mujer pudo construir en lo que ahora es su hogar"
"Para ella, vivir en esta situación es muy incómodo y reconoce que está en una zona de muy alto riesgo para su salud"
Por: Didier Hernández/ Twitter@villanueva24h/ síguenos en Instagram, Facebook y Twitter

"Para esta señora de 66 años de edad, vivir en esta situación es algo sumamente incómodo, pero que el destino se lo ha dado así"


Aferrarse a sus fieles santos de su devoción y vivir en un rancho construido de tabla, bolsas plásticas, cartón y techo de zinc, y soportar toda clase de insectos que se reproducen por una inmensa laguna en un lote de propiedad privada, junto a una invasión de 35 a 40 familias que llevan tres años en el lugar, es lo que ha tenido que soportar Miredis Contreras, quien ha sufrido el abandono por parte de sus hijos.

Para esta señora de 66 años de edad, vivir en esta situación es algo sumamente incómodo, pero que el destino se lo ha dado así. Reconoce que está en un lugar de alto riesgo, ya que el agua de la laguna está contaminada y su casa es muy pequeña, sin embargo está bien aferrada a Dios y a la Virgen.

“Soy nacida en Villanueva, pero viví por mucho tiempo en Riohacha y Maicao al lado de mis hijos, pero la situación se vino poniendo muy difícil y por eso tomé la decisión de retornar a Villanueva. Ya tengo unos 2 años de estar acá, pero en sí llevo unos 6 meses de estar viviendo en esta humilde casita”, sostuvo.

La señora relata que logró construir con ayuda de algunas personas de la zona la casa que la que ahora habita, y gracias a su talento de tejer, logra vender algunos productos que hace como moños, toallitas, entre otros, para venderlos y obtener dinero para poder alimentarse y subsistir.

Miredis dice que a veces le da miedo estar ahí, ya que cerca del sector hay un sitio que frecuentan personas que se ponen a consumir todo tipo de alucinógenos, y se aferra a su escapulario porque no le pase nada.

La mujer afirma que sus hijos saben que está en Villanueva, sin embargo no saben que ella está viviendo en estas condiciones, ya que en un tiempo convivió con ellos pero se sintió incómoda y no le gusta estar arrimada a alguien.

Ahora Miradis Contreras solo le pide a Dios que le de fuerzas para seguir adelante con lo que se ha propuesto, porque ella siente que desde ahora todo será diferente.

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