"La selección Colombia jugará ante la selección de Japón para así pasar a la segunda fase de la copa mundial Brasil 2014" |
“Vamos paso a paso”. La frase es de James Rodríguez pero se replica, invariablemente, en toda la nómina de la Selección Colombia. Un partido a la vez, una sola preocupación, un único desafío. El de este martes, con todo y la tranquilidad que produce la clasificación anticipada a octavos de final, se llama Japón y puede garantizar el primer lugar del grupo C. ¿Y si es buena idea pasar primero? Esa discusión no la dan los jugadores. A ellos lo único que les importa es ganar.
“Hay que ir tranquilamente con la humildad que venimos trabajando, pensando en Japón y concentrados en lo que queremos”, pidió Víctor Ibarbo. “Ahora pensamos en Japón, falta otro juego y hay que afrontarlo con las mismas ganas y la misma responsabilidad. Es un equipo que se asocia bien, pasa de defensa a ataque muy rápido y hay que controlarlo de buena manera”, complementó David Ospina, el dueño del arco nacional. Es claro que no hay una sola distracción permitida.
Desde el banco técnico, el técnico José Pékerman es el primero que pide mantener la cabeza en su lugar, no ir más allá del paso que el cuerpo puede dar, con la garantía de que sus hombres van una única consigna a todas las canchas de Brasil: “lo que prometemos lo hacemos. Nunca nos va a faltar ese coraje que tenemos en los partidos”. Y cuando dice ‘nunca’, el entrenador argentino también incluye a Japón, “un equipo que es capaz de pelear por su clasificación” y que, por lo tanto, es un peligro que no se debe menospreciar.
Los retos de este equipo, que para Faryd Mondragón es el primero de su larga carrera al que se le ve “tanta hambre”, son ambiciosos pero muy precisos, sin abarcar más de lo estrictamente necesario. Y quien mejor lo explica es Ibarbo: “falta un partido, hasta que no termine esta ronda no podemos decir que hemos llegado, con humildad trabajamos para llegar. Estamos contentos porque cada día damos un paso más”.
No hay un solo colombiano que no reconozca la dimensión de lo que se ha logrado en Brasil o que no se acuerde del público que los hace locales en este torneo. “En Brasil nos sentimos como en Barranquilla, estamos impresionados, cada día la gente nos apoya más a esta Selección que está brindando lo mejor”, reconoció Ibarbo. Así se sienten pero no por eso pierden la perspectiva: “hacemos nuestro trabajo de la mejor manera y estamos muy agradecidos con el pueblo colombiano”, dijo Ospina. Para él es una obligación, para el país una locura colectiva.
Sin embargo, para los jugadores, la mente, como en el tenis, está en la siguiente pelota; no la anterior, no la del cierre del partido. En la de aquí y la de ahora. Así se sumaron ya seis puntos en dos salidas, se recibió solamente un gol –lo que reivindica a la defensa nacional-, se aseguró la clasificación a la siguiente fase y se puso a Brasil a bailar al ritmo de Pablo Armero. ¿Qué si es la fórmula indicada? Al que quiera más…
“Se necesita tener los pies sobre la tierra e ir paso a paso”, pidió Ospina. Ahora, que dar un paso a la vez no quiere decir que no se apunte, allá en el fondo del corazón, al premio gordo. “Para ir a la final de un Mundial hay que ganarles a todos, a los difíciles, a los de experiencia, a todos. Por ahora lo que viene es Japón”, dijo el rendidor arquero nacional.
El sueño va y vuelve y a veces quiere arrasarlo todo. Pero Colombia ya mostró que sus amarres son firmes y sus pasos seguros. Viene Japón con su vértigo, su exigencia física y su entrega. Viene el cierre de una primera ronda de ensueño que merece, por lo menos, la posibilidad de seguir sumando. Viene el final de un Mundial y el inicio de otro. Pero, como ellos dicen, se da un paso a la vez para evitar tropiezos. Para todo lo demás, ya habrá tiempo.
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