Habitaron por más de 20 años en una vivienda de barro y bahareque. Familia Cabarcas estrena casa de material gracias a campaña liderada por jóvenes de Villanueva

"En esta vivienda de barro y bahareque, la familia Cabarcas Peña vivió por más de 20 años en medio de condiciones lamentables y de pobreza extrema"

"Momentos de la construcción de la nueva vivienda, luego de haber sido recolectado el material con la ayuda de la comunidad del municipio de Villanueva"

"La vivienda ya fue construida y entregada a los integrantes de la familia Cabarcas Peña, quienes ya la habitan y siempre agradecen a quienes hicieron posible materializar este anhelo"

Por: Didier Hernández/ Twitter@villanueva24h

El acelerado progreso que viene registrando Villanueva no es ajeno para sus habitantes. El desarrollo en su infraestructura, en los servicios públicos y en la dinámica económica del municipio, han sido fundamental para mejorar la calidad de vida de los villanueveros.

Conscientes de que la prosperidad debe ser equitativa para todos, un grupo de jóvenes, conmovidos por las condiciones precarias en que una familia coterránea vivía, lideró un proyecto que los beneficiara.

Desde hace 20 años, los Cabarcas Peña, familia integrada por cuatro personas entre ellas dos menores de edad, residen en el barrio Pompilio Daza de esta población, en una casa elaborada con barro y bahareque en medio de la pobreza extrema.

"Alfredo Cabarcas Escorcia, el padre cabeza de hogar, ha dedicado parte de su tiempo a cuidar a su esposa enferma y sin contar con ayuda  de ninguna entidad del Estado. Hoy agradece el gesto de la comunidad Villanuevera"

Fue así como Genit Orcasita, Yuliseth Ovalle Sierra, Virginia Cura, Karen Vega, Xavier Guerra Acosta, entre otros, visionaron un mejor futuro para los Cabarcas e iniciaron la campaña denominada ‘Pro vivienda’.

Para los Cabarcas, procedentes de Barrancabermeja (Santander)  y Aracataca (Magdalena) el  tener una casa propia, de material resistente y digna, era un sueño más lejano que posible.

Alfredo Cabarcas Escorcia, el padre cabeza de hogar, ha dedicado parte de su tiempo a cuidar a su esposa enferma y sin contar con ayuda  de ninguna entidad del Estado. “Doy gracias a Dios que envió a estas personas de buen corazón que aparecieron en nuestro camino”, dijo con alegría.

Por su parte, estos villanueveros, entre sol y brisa, cada día recorrían las calles de la localidad pidiendo todo tipo de elementos de construcción como ladrillos, bultos de cemento, tablas y láminas de eternit, necesarios para construir una casa.  

Varios meses tardaron en esta ardua y persistente tarea, sin embargo, más temprano de lo previsto, recogieron lo indispensable para comenzar la construcción.

La obra inició hace varias semanas y ya fue concluida y entregada a la familia beneficiada, gracias a la generosidad y colaboración de los ciudadanos que aportaron su grano de arena, para ver materializado el anhelo.

Alfredo Cabarcas asegura que nunca pensó que “hubiesen tantos corazones buenos y benditos”, debido a  que por más de dos décadas esperaron una ayuda humanitaria que nunca llegaba.

“El sueño de los Cabarcas  ya se cumplió gracias a la bendición de Santo Tomás y de los habitantes de Villanueva que nos apoyaron y ayudaron”, señaló Xavier Guerra, uno de los líderes del grupo.

Alfredo Cabarcas es agricultor y fabrica carbón en hornos artesanales de la zona para poder subsistir al lado de sus dos pequeñas hijas y su esposa enferma.

Ahora, su esfuerzo estará concentrado en trabajar y no en pensar o evitar que la casa donde viven se les caiga. Desde que estrenaron morada ya duermen tranquilos y su calidad de vida comienza a transformarse de manera positiva.