
Tomado por Diario del Norte
El 23 de marzo de 2007, Isela Aroca Vergara, una funcionaria de la rama judicial de Valledupar, fue asesinada por un sicario que apareció de repente. Por estos hechos se sindicó como autor intelectual a Jesualdo ‘El Mocho’ Gnecco Oñate, quien días atrás había proferido amenazas en su contra.
Como se sabe Carlos Andrés Araújo Aroca, hijo de Isela, había sufrido un accidente automovilístico en donde murió Mary Isabel Gnecco López, hija del ‘Mocho’, y Dina López. Ese hecho provocó las amenazas entre las familias, lo que al final permitió que Gnecco fuera sindicado del crimen de la funcionaria judicial, siendo condenado a pagar la pena de 29 años y seis meses de prisión.
Sin embargo, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca revocó el fallo emitido por el Juzgado Segundo Penal del circuito especializado de Bogotá por medio del cual se había condenado a Jesualdo ‘El Mocho’ Gnecco.
Al momento de su muerte, Jesualdo ‘El Mocho’ Gnecco gozaba de su libertad absoluta, ya que el último fallo desvirtuó la decisión que lo condenaba por los delitos de homicidio agravado, lesiones personales y concierto para delinquir.
Gnecco Oñate había nacido en La Paz, Cesar, hijo de Delfina Oñate y Miguel Gnecco, primo del ex gobernador Lucas Gnecco Cerchar. Uno de los muertos era su nieto.
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