Este miércoles 13 de agosto, Bogotá despidió a Miguel Uribe Turbay con una misa solemne en la Catedral Primada, seguida por su sepelio en el Cementerio Central. El cortejo fúnebre partió desde el Capitolio Nacional y estuvo acompañado por honores militares del Batallón Guardia Presidencial.
Familiares, amigos, líderes políticos y ciudadanos asistieron a la ceremonia para rendirle homenaje. El cardenal Luis José Rueda presidió la eucaristía, en la que se destacó el compromiso de Uribe con sus ideales y su vocación de servicio.
El momento más conmovedor: la flor de su hijo
Uno de los instantes más emotivos fue cuando su hijo, Alejandro, se acercó al ataúd y dejó una flor blanca, gesto que conmovió profundamente a los presentes y que se convirtió en símbolo del duelo nacional.
Discursos de María Claudia Tarazona y Miguel Uribe Londoño
Palabras de su esposa, María Claudia Tarazona
En su intervención, María Claudia Tarazona agradeció al equipo médico que atendió a Miguel durante dos meses y resaltó su compromiso con la defensa de sus principios:
“Te fuiste defendiendo tus ideas y eso nos llena de orgullo. Prometo seguir adelante por ti y por nuestro hijo, honrando lo que soñaste para Colombia.”
Palabras de su padre, Miguel Uribe Londoño
Su padre recordó cómo la violencia ha golpeado en varias ocasiones a la familia y llamó a no ceder ante el miedo:
“La guerra volvió a tocar la puerta de nuestra casa. Miguel creyó en un país sin miedo, con oportunidades para todos.”
Tras la misa, el féretro fue trasladado en caravana al Cementerio Central, donde fue sepultado en el pabellón central, lugar donde reposan figuras históricas del país. La familia realizó una última ofrenda floral antes del entierro.
Miguel Uribe Turbay falleció el 11 de agosto de 2025, dos meses después de ser baleado durante un acto político en Bogotá el 7 de junio. Su asesinato ha reavivado el debate sobre la seguridad de líderes y candidatos en Colombia. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar quiénes fueron los responsables.
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