Fue ubicado en jurisdicción de La Jagua del Pilar. Menor regresó al seno de su familia tras haberse desaparecido hace 3 años

"La exfuncionaria de estas dos dependencias Ahira Levy Salas entregó al menor extraviado a su progenitora en Maicao"

Por: Didier Hernández/Twitter@villanueva24h/ síguenos en Instagram, Facebook y Twitter

"Durante tres años estuvo trabajando en una finca donde nunca supieron que sus familiares lo buscaban desesperadamente"

Tras un informe presentado por el Comandante de la estación de Policía del municipio de La Jagua del Pilar, intendente jefe, Alirio López Grajales, sobre la localización de un menor de edad, quien llego a una finca denominada “La Pradera” de propiedad de Milciades Salas, ubicada en la entrada principal de esta localidad, se alertó a las autoridades que este infante se encontraba desaparecido.

El menor, identificado como Esneider Montiel, llegó a la finca argumentando que está perdido y luego de tener una acalorada discusión con su progenitora, abordó un vehículo de transporte público y sin medir las consecuencias tomó un rumbo desconocido, quedándose dormido durante ese largo viaje y cuando despertó ya estaba en el municipio de La Paz, departamento del Cesar.

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Las autoridades, luego de conocer la presencia del menor, procedieron a realizar todas las averiguaciones pertinentes a través de las cuales se conoció que había salido de la ranchería conocida como la laguna de oxidación N°4 del municipio de Maicao, a pocos kilómetros del barrio El Limonar.

Según la abogada quien fungía en su momento como Comisaria de Familia e Inspectora de Policía del municipio de La Jagua del Pilar, Ahira Helena Levy Sala, el menor llevaba tres años desaparecido, tiempo en el cual sus familiares, con pancartas en mano emprendieron la búsqueda y gracias a la información suministrada por el propietario del predio rural, y la rápida acción del comandante de la estación policial de la locación se logró llevar al menor hasta el municipio de Maicao y entregado a sus familiares.

finalmente, el niño de 11 años perteneciente a la etnia Wayuu, llegó a la finca “La Pradera” el pasado 25 de Diciembre caminando largos kilómetros desde el municipio de La Paz hasta llegar a La Jagua del Pilar, durante los tres años que estuvo ausente se dedicó a trabajar en un predio rural en esa localidad del Cesar.