El sepulturero municipal, vistiendo una camisa roja, fue el encargado de cerrar con cemento la bóveda, en donde quedaron sepultados los cuerpos de dos presuntos guerrilleros dados de baja, durante cruentos combates registrados en el cerro Volador, en la serranía del Perijá, jurisdicción de el Molino.
Los hombres de 30 y 35 años de edad aproximadamente, registraban barias perforaciones con disparos de fusil. Sus cuerpos fueron trasladados al cementerio central de esta población, en donde la gente se arremolinó para intentar identificarlos; pero, al final debieron ser sepultados como NN, ya que en la región no eran conocidos.
En las afuera del cementerio se rumoró sobre la presencia de algunos familiares, pero nadie se responsabilizó por las víctimas. Hasta el momento el batallón mecanizado Grupo Rondón del corregimiento de Buenavista no ha entregado mayores informaciones sobre el particular.
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