Por: Hernan Baquero BrachoEl Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, tiene gran parecido con el que fue Presidente dictador de Cuba Fidel castro. De ahí que el pensamiento de la revolución Bolivariana, sea el mismo del socialista – comunista dictador de más de cuatro (4) décadas del pueblo cubano. Fidel Castro en sus primeros años de gobierno, después de haber derrotado a Batista a través de las armas, ocultaba su verdadero pensamiento y sus verdaderos ideales y fue solo hasta la visita del Presidente de la Unión Soviética en ese entonces Nikita Krushev a Cuba que mostró sus verdaderas garras y su pasión por el comunismo.
De igual manera, Hugo Chávez en sus inicios no mostró lo que verdaderamente estaba pensando de meter a Venezuela en el cuento del mismo pensamiento de la Revolución Cubana. Sus garras las mostró, cuando fue ungido en el poder por más del 60% de la población venezolana. Y hoy se muestra como uno de los lideres del social – comunismo, como un parque jurasico de los dinosaurios, rescatados por una parte de esos neocomunistas asentados en Europa, una fracción de los fundamentalistas de la parte islámica, el gobierno de Fidel castro que se ha metido disfrazado al hermano país y de una minoría étnica de los indígenas de Venezuela.
Recuerden ustedes mis queridos lectores, que en la década de los 60, cuando la otrora Unión Soviética encontró un verdadero bastión en Cuba y trajo su enorme poderío nuclear a la isla y el Presidente de los Estados Unidos de esa época, Jhon Kennedy quiso invadirla, y allí casi se produce un colapso mundial que hubiera repercutido de una forma desproporcionada en la vida terrenal, pero a tiempo se pusieron de acuerdo Kennedy y Leonid Bresnev líder de la época de la Unión Soviética. Donde Estados Unidos se comprometía a retirar los cohetes nucleares de Turquía y la Unión Soviética de Cuba. De ahí en adelante Cuba comienza a exportar su revolución por países latinoamericanos como: Colombia, Bolivia, Venezuela y por países africanos.
Y volviendo al retrovisor de la historia el comunismo sintió un bajón cuando el sindicato de obreros de Polonia encabezado por ese líder carismático llamado Lesh Walesa le dio una soberana paliza y con el apoyo del Papa Juan Pablo II, cuando lanzó aquellas frases hermosas: “No tengáis miedo”, el apoyo moral del sumo pontífice fue fundamental para obtener la victoria del sindicalismo obrero sobre el comunismo dictatorial del país Europeo y del apoyo también de Ronald Reagan Presidente de los Estados Unidos de la época, más el apoyo de Mijail Gorbachov Presidente de la Unión Soviética y el hombre de la perestroika – apertura del capitalismo a Rusia – quien presintiendo de lo que se venía venir, abre su entendimiento a los nuevos tiempos y cae el comunismo de Polonia, esto ocurre en el año de 1981.
Recuerden Ustedes que los dictadores son soberbios y obtusos en su manera de pensar, todavía la historia tiene grabadas aquellas palabras de otro dictador Ruso, Stalin, cuando en la segunda guerra mundial, el Papa Pío XII, apoyaba moralmente a los contrarios y dijo el dictador: “¿De cuantas divisiones dispone el Papa?” y la batalla moral comenzaba a disentir del pensamiento comunista en el mundo. Y fue así como en el año de 1989 cae el muro de Berlín, en 1992 se desintegra la Unión Soviética y Cuba no ha caído gracias a ese acuerdo de no intervenirla que firmaron en el pasado Kennedy y Krushev.
Hoy el Presidente de Venezuela, quiere resurgir como el parque jurasico de los dinosaurios, a través de la revolución bolivariana y llevar a su país a una catástrofe de proporciones imaginables a través de sus tesis de demagogia y de popularismo, confundido con el hambre y la pobreza de los venezolanos. Pero el pensamiento anacrónico de estos neocomunistas y de una minoría étnica indígena no será viable para fortuna de los patriotas y de los países vecinos entre ellos Colombia; que viven tan expectantes de lo que el dictador Chávez, quisiera imponer en su Nación. Pero ellos mismos a través de su misma ideología y de conflictos internos, se irán al traste y de nuevo la democracia y la batalla moral, ganarán la batalla, por el bien de la estabilidad económica y el parque jurasico del comunismo, volverá a ser lo que ha sido desde la década de los 90, un museo para recordar la historia mundial de lo que fue, pero ya no existe.
De igual manera, Hugo Chávez en sus inicios no mostró lo que verdaderamente estaba pensando de meter a Venezuela en el cuento del mismo pensamiento de la Revolución Cubana. Sus garras las mostró, cuando fue ungido en el poder por más del 60% de la población venezolana. Y hoy se muestra como uno de los lideres del social – comunismo, como un parque jurasico de los dinosaurios, rescatados por una parte de esos neocomunistas asentados en Europa, una fracción de los fundamentalistas de la parte islámica, el gobierno de Fidel castro que se ha metido disfrazado al hermano país y de una minoría étnica de los indígenas de Venezuela.
Recuerden ustedes mis queridos lectores, que en la década de los 60, cuando la otrora Unión Soviética encontró un verdadero bastión en Cuba y trajo su enorme poderío nuclear a la isla y el Presidente de los Estados Unidos de esa época, Jhon Kennedy quiso invadirla, y allí casi se produce un colapso mundial que hubiera repercutido de una forma desproporcionada en la vida terrenal, pero a tiempo se pusieron de acuerdo Kennedy y Leonid Bresnev líder de la época de la Unión Soviética. Donde Estados Unidos se comprometía a retirar los cohetes nucleares de Turquía y la Unión Soviética de Cuba. De ahí en adelante Cuba comienza a exportar su revolución por países latinoamericanos como: Colombia, Bolivia, Venezuela y por países africanos.
Y volviendo al retrovisor de la historia el comunismo sintió un bajón cuando el sindicato de obreros de Polonia encabezado por ese líder carismático llamado Lesh Walesa le dio una soberana paliza y con el apoyo del Papa Juan Pablo II, cuando lanzó aquellas frases hermosas: “No tengáis miedo”, el apoyo moral del sumo pontífice fue fundamental para obtener la victoria del sindicalismo obrero sobre el comunismo dictatorial del país Europeo y del apoyo también de Ronald Reagan Presidente de los Estados Unidos de la época, más el apoyo de Mijail Gorbachov Presidente de la Unión Soviética y el hombre de la perestroika – apertura del capitalismo a Rusia – quien presintiendo de lo que se venía venir, abre su entendimiento a los nuevos tiempos y cae el comunismo de Polonia, esto ocurre en el año de 1981.
Recuerden Ustedes que los dictadores son soberbios y obtusos en su manera de pensar, todavía la historia tiene grabadas aquellas palabras de otro dictador Ruso, Stalin, cuando en la segunda guerra mundial, el Papa Pío XII, apoyaba moralmente a los contrarios y dijo el dictador: “¿De cuantas divisiones dispone el Papa?” y la batalla moral comenzaba a disentir del pensamiento comunista en el mundo. Y fue así como en el año de 1989 cae el muro de Berlín, en 1992 se desintegra la Unión Soviética y Cuba no ha caído gracias a ese acuerdo de no intervenirla que firmaron en el pasado Kennedy y Krushev.
Hoy el Presidente de Venezuela, quiere resurgir como el parque jurasico de los dinosaurios, a través de la revolución bolivariana y llevar a su país a una catástrofe de proporciones imaginables a través de sus tesis de demagogia y de popularismo, confundido con el hambre y la pobreza de los venezolanos. Pero el pensamiento anacrónico de estos neocomunistas y de una minoría étnica indígena no será viable para fortuna de los patriotas y de los países vecinos entre ellos Colombia; que viven tan expectantes de lo que el dictador Chávez, quisiera imponer en su Nación. Pero ellos mismos a través de su misma ideología y de conflictos internos, se irán al traste y de nuevo la democracia y la batalla moral, ganarán la batalla, por el bien de la estabilidad económica y el parque jurasico del comunismo, volverá a ser lo que ha sido desde la década de los 90, un museo para recordar la historia mundial de lo que fue, pero ya no existe.
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