El proyecto ha generado diversas opiniones en la comunidad. La demarcación busca mejorar el flujo vehicular y la seguridad en el sector comercio y bancario del municipio de Villanueva

 La implementación de un proyecto de demarcación vial en la zona comprendida entre las carreras 8 y 12 ha generado una intensa dinámica entre las autoridades locales y la comunidad, particularmente con comerciantes y transportadores. El objetivo principal es mejorar el flujo vehicular y la seguridad en el área, a través de la pedagogía y la sensibilización ciudadana. Según Yareisy Borrego, joven integrante del equipo pedagógico del proyecto, el proceso no ha sido sencillo. “Hemos socializado con comerciantes y vendedores ambulantes, pero algunos no están de acuerdo porque sienten que los años trabajando en la zona les otorgan el derecho a ocuparla, aunque eso no sea legal ni seguro”, explicó. El proyecto incluye la señalización de líneas blancas para indicar zonas donde no está permitido estacionar, así como áreas de antibloqueo vehicular en puntos críticos como el sector del Ceibote e intersecciones de varias carreras. Estas medidas buscan evitar la obstrucción del tráfico, especialmente por parte de vehículos que transitan hacia otros municipios. Sin embargo, el desafío ha sido lograr la colaboración de los transportadores y vendedores ambulantes, quienes se resisten a cambiar sus dinámicas habituales. “Muchos sienten que estamos modificando su vida, pero es necesario respetar las normas para prevenir accidentes”, comentó Borrego. Uno de los casos más emblemáticos es el de un vendedor de carne de cerdo que instala su carreta fuera del margen permitido. Aunque ha accedido a retirarse solo cuando es obligado, su resistencia evidencia la falta de una cultura vial arraigada. Además, la obstrucción de zonas peatonales por comerciantes que sacan sus productos a la vía pública obliga a los transeúntes a caminar por la carretera, exponiéndose al peligro. “Es una situación que seguimos abordando con socialización y diálogo”, señaló Borrego. El proyecto busca no solo ordenar el tránsito vehicular, sino también fomentar una cultura de respeto por las normas viales, clave para una convivencia segura en el espacio público. A pesar de los retos, las autoridades confían en que este esfuerzo conjunto traerá beneficios significativos para la comunidad.