3 de octubre de 2024

De la dinastía del gran Chico Bolaño. Edgardo Bolaño, un hijo de Riohacha, nuevo Rey Profesional del Cuna de Acordeones

 El acordeonero Edgardo Alonso Bolaño Gnecco, es el nuevo rey del festival Cuna de Acordeones, procedente de la dinastía Bolaño, representado en su bisabuelo, el gran Chico Bolaño, el “Mozart del vallenato”. Edgardo ejecutó con maestría su acordeón en la noche del sábado 21 de septiembre en la tarima Escolástico Romero, donde se enfrentaba a los otros cuatro clasificados para la final en la categoría profesional. Desde que sonó ese primer pito de su acordeón las melodías de los cinco aires sonaron de manera natural; los dedos acariciaban cada tecla y el fuelle soplaba como el suave viento lleno de sentimiento más allá del concurso. Edgardo subió a la tarima como los grandes, su talento heredado de su bisabuelo el gran Chico Bolaño lo demostró en cada interpretación de la mano también de su abuelo Hildemaro Bolaño y de su padre de quien lleva su nombre. Su rostro reflejó seguridad y alegría, no cabía duda de que se preparó para la gran final del Cuna de Acordeones. El ganador “La diferencia estuvo en la preparación; ayer canté y puse canciones de mi autoría en el re- pertorio; la romanza fue un aire al que le dedi- qué mucho tiempo a prepararla, el solo de la puya también fue algo a lo que me dediqué para armarlo especialmente para el festival de Villa- nueva, y los jurados se dieron cuenta de eso y aquí estamos los reyes”, allí radicó el triunfo de Edgardo Bolaño Gnecco como él mismo lo ex- presa. En ese diálogo ame- no contó que se montó como ganador a la tarima, eso fue lo que sintió cuando salió de la casa de su hermano donde se alojó en estos días del festival. “Luego me vi en el espejo, dije yo, tengo es pinta de ganador. Llegué con la mejor actitud al escenario”. Sus respuestas son claras y directas, y reitera que cuando llega a las finales se disfruta el momento, y allí pone en práctica todo lo que se prepara para participar de los festivales. Para Edgardo, interpretar la puya además de su autoría, fue un momento de entrega porque es el aire donde conecta con el público y recibe más los aplausos. “Es el que más me gusta interpretar y fue para el que más me preparé”. Otro aire que disfrutó fue la romanza, que interpretó con todo el sentimiento y lo necesario para elevar su presentación en tarima. El acordeonero interpretó dos temas de su autoría, la canción que lleva por título “Los bajo de Chico Bolaño”, donde narra el aporte de su bisabuelo al folclor vallenato quien fue el que marcó los bajos para los cuatro aire del vallenato como el paseo, el merengue, el son y la puya. En la puya, interpretó la canción ‘Solo tocan salchipapa’, que se hizo viral en redes sociales, siempre la tiene en el repertorio porque lo identifican con ella. Edgardo califica como una gran responsabilidad mantener el legado de su bisabuelo, que también heredó su abuelo y su papá. “Fue Chico Bolaño que con su acordeón nos marcó los bajo para tocá el son, pa tocá paseo, pa tocá merengue, para tocar puya, pa toda mi gente”, en esa canción de su auto- ría expresa exactamente el legado de su bisabuelo a la música vallenata. El ganador del Cuna de Acordeones no se detiene, una de sus metas es coro- narse como rey del festival vallenato en la categoría profesional en Valledupar, en donde además logró coronarse como rey aficio- nado en el año 2022. “El Bola”, como cariño- samente lo llaman, nació un 15 de septiembre de 1996 en la ciudad de Rio- hacha, a los 12 años en la escuela fundación cultu- ral Sendero de Acordeo- nes, inició su formación musical bajo la dirección del maestro Carlos Díaz. Con el apoyo de sus padres, ha participado en numerosos festivales y concursos a nivel nacional, destacando su título como Rey Vallenato Aficionado en la versión número 55 del Festival de la Leyenda Vallenata en 2022. Ha obtenido diversos reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo premios como Mejor Acordeonero Juvenil del Festival Francisco el Hombre en 2014 y Rey Aficionado en diversos festivales como el de Guayacanal en 2016 y el Retorno del Folclore en 2018, entre otros. El Gran Chico Bolaño Investigadores de la música vallenata, como el psicólogo Antonio Luis de Moya, en un artículo publicado en la revista Mariamulata, precisa que dentro de los aportes de Chico Bolaño a la música vallenata, se le reconoce que fue el primero en componer canciones vallenatas completas organizadas por estrofas, al igual que incluir los coros en las canciones, ya que anteriormente se manejaba la figura de “responderos” donde alguien cantaba una frase y otros respondían. Ad e m á s que dentro de su crea- tividad, fue capaz de in- tegrar los ba- jos y los agudos del acordeón, es de ano- tar que el acordeón tiene dos hileras de botones, del lado derecho están los pi- tos (agudos) y del lado iz- quierdo los bajos (graves) este punto es importante, ya que en muchos países interpretan el acordeón, pero la mayoría solo utili- zan los agudos, ignorando los sonidos graves de los bajos. Chico Bolaño dejó esa herencia musical en su hijo Hildemaro Bolaño Olmedo, quien tuvo la oportunidad de grabar, y fue técnico de acordeones de varias agrupaciones vallenatas, entre ellas, los hermanos López, era conocido como “el decano del acordeón” y falleció en Valledupar en el año 2016. Hildemaro Bolaño Olmedo tuvo cuatro hijos, de estos, dos se dedicaron a tocar el acordeón, Hildemaro Bolaño Escobar, quien grabó con Jorge Oñate, ha participado en diferentes festivales vallenatos, inclusive fue rey aficionado en el año 1988 en Valledupar y rey del festival Cuna de Acordeones de Villanueva, Guajira, en el año 2007. En tanto, Edgardo Alonso Bolaño Escobar, también ejecuta el acordeón y fue quien enseñó a su hijo que lleva su nombre y hoy es rey del Cuna de Acordeones. Edgardo Alonso, hijo, nieto y bisnieto, representa con lujo la dinastía Bolaño, un joven amante de la música que tiene mucho que aportarle al vallenato.

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