"Nicolás Eduardo Sierra Molina, de 38 años de edad, oriundo de Fonseca asesinado en Valledupar" |
Fuente: El Pilón de Valledupar
"Los parientes manifestaron que no conocieron mayores detalles del episodio violento registrado en la noche del martes en la manzana L con casa 1 del reconocido sector"
Como sorprendidos del asesinato de Nicolás Eduardo Sierra Molina, de 38 años de edad, se declararon los familiares de este en la mañana del miércoles, al indicar que su ser querido no tenía amenazas que pudieran dar pistas de su asesinato en el barrio Francisco Javier, noroccidente de Valledupar.
Los parientes manifestaron que no conocieron mayores detalles del episodio violento registrado en la noche del martes en la manzana L con casa 1 del reconocido sector, a donde llegaron dos sujetos en motocicleta para ultimar de tres balazos a Sierra Molina mientras miraba televisión en su lugar de residencia.
“A mí hermano lo mataron, murió en el
hospitalito porque lograron sacarlo yo estaba trabajando cuando me llamaron a
avisarme que lo habían matado, la esposa de él nos llamó. No sabíamos que tenía
enemigos, no nos han dicho nada sobre los hechos”, manifestó Francisco
Rodríguez, hermano del fallecido.
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La víctima de oficio albañil recibió
los impactos de bala en el hombro, cabeza y abdomen, heridas que le costaron la
vida al intentar ser auxiliado en el Hospital Eduardo Arredondo Daza sede La
Nevada por un vecino.
El cuerpo de Sierra Molina, conocido
también como “Pacho”, será sepultado en el municipio de Fonseca, La Guajira,
donde nació.
“Nosotros somos de Fonseca y para
allá nos lo vamos a llevar. Él vivía con la esposa tenía 3 hijos, los hechos
sucedieron dentro de la vivienda…”, indicó Rodríguez.
Al respecto, la Policía Nacional indicó que la investigación quedó en manos de la Sijín que fueron los encargados de los actos urgentes y que la víctima tenía anotaciones judiciales por el delito de fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, además tenía detención domiciliaria.
Al respecto, la Policía Nacional indicó que la investigación quedó en manos de la Sijín que fueron los encargados de los actos urgentes y que la víctima tenía anotaciones judiciales por el delito de fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, además tenía detención domiciliaria.
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