"Fotografía Didier Hernández. Actualidad del río Villanueva" |
Tomado por Diario del Norte
“Cuando el río se muere en el verano, queda ni esqueleto de serpiente;
rama seca y arena caliente, forman el paisaje desolado. Las aves se van
despavoridas, van buscando nuevos invernaderos y hasta el matorral de las
orillas, suplica en silencio nuevo invierno”.
Así fue la premonición de Rosendo Romero Ospino hace más de 35 años
sobre lo que pasaría con el río Villanueva. Hoy las entidades de Villanueva y
La Guajira buscan solucionar el impacto que ha causado el Fenómeno del Niño
ante la sequía y el mínimo caudal del agua con el que cuenta el torrente que le
sirvió para inspirarse.
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