El padre Augusto José Ovalle Quintero, nacido en Villanueva el 18 de Abril de 1937, hogar conformado por Ramón Camilo Ovalle Núñez y Zoraida Elena Quintero Acosta, tuvo 15 hermanos, entre ellos el líder político del partido liberal reconocido en el departamento de la Guajira, Armando Ovalle Quintero ya Fallecido.
A la edad de 14 años se trasladó a la ciudad de Santa Marta el 12 de Febrero del año 1951, luego se giro a la vista a la ciudad de Pamplona departamento de Santander el 2 de Febrero de 1954, recibiendo su sotana el 12 de Febrero de 1956 en la ciudad de Santa Marta, luego recibe subdiaconado el 26 de Noviembre en 1961 y posteriormente Diacono el 7 de Abril de 1962, ordenándose como sacerdote el 8 de Julio de 1962.
El párroco Ovalle Quintero luego de su ordenación ejerció su carrera sacerdotal en muchas poblaciones y ciudades tales como el municipio de San Juan del Cesar, como profesor en el colegio la Normal, luego fue trasladado a Fonseca donde también era catedrático, en el Molino, Villanueva, en la localidad de la Paz Cesar, Manaure, pueblo Bello, el paso, Becerril, Valledupar, Caracolicito entre otras poblaciones.
En el departamento de Santander en la ciudad de Pamplona estuvo como sacerdote, en Santa Marta y Bogotá; luego se dirige a Barranquilla en el año 1980 y ahí es donde llega a Usiacuri donde se tenía en cuenta que en la historia de esta población allí en aquel apacible terruño vivió el último de los poetas romántico Colombiano Julio Flores.
Hoy en día esta población del departamento del Atlántico es considerada como una población milagrosa gracias a la gran labor del padre Ovalle Quintero con sus palabras ante la comunidad revivió y vio renacer teniendo la razón de que esta población volverá a reverdecer sus viejos laureles que la convirtieron hoy en día en uno de los sitios de sanación privilegiados para el veraneo de nuestros abuelos. Nuestros antepasados indios Mocanas que sabían de las propiedades del pozo Chacanitas el cual eran milagrosas y ahora un indio Guajiro con sotana se lo vuelve a señalar. Frase sacada del Heraldo el día 24 de Abril de 1983.
Ovalle Quintero durante su recorrido sacerdotal fue vicario mayor eclesiástico apostólico de la costa Atlántica, en este departamento el párroco fue sacerdote en la torcoroma, la Sagrada Familia, concor, la inmaculada concepción, san Vicente de paúl y por ultimo en la iglesia del barrio del silencio. El padre en su recorrido sacerdotal instaba celebrar misas en cada uno de los barrios de estas poblaciones ya mencionadas.
Cumpliendo con sus anhelados deseos el párroco Ovalle Quintero regreso a su terruño natal Villanueva cumpliendo como sacerdote en la iglesia Santo Tomas donde reposa la imagen del actual patrono de esta población que lleva su nombre al sur del departamento de la Guajira, soñador restaurador de la iglesia y la capilla del Divino Niño donde el asistía y uno de sus deseos era hacer algo por su tierra la cual lo vio nacer y a la edad de 70 años murió a causa de una enfermedad el día 10 de Marzo del 2008 en la clínica Valledupar.
Durante su vida el padre Ovalle dio muestras de admiración y gratitud por haber integrado familias y haberle servido con las mejores disposiciones y ejemplar puntualidad formando a lo largo de su vida valores muy nítidos como la disciplina la constancia la honradez el respeto y un comportamiento fiel de corazón por su natal tierra Villanueva, enseñando a ser puente para unificar los extremos de nuestra sociedad.
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