22 de diciembre de 2009

“El mundo se acaba compa’, el mundo se acaba…”

Por: Andy Alexander Ibarra

El fracaso de Copenhague empezó desde el mismo momento en que se les ocurrió la brillante idea de reunirse en la gélida Dinamarca, es estúpido hacer una Cumbre para hablar de calentamiento global en una ciudad donde en diciembre la temperatura promedio es de 3 grados (3ºC), es más, escuché a un periodista decir que en una noche la temperatura estuvo en menos 6 grados (-6ºC). Esto sí que es auténticamente macondiano, hablar del calentamiento de la Tierra cuando aquellos pseudolideres están tullidos del frío y escupiendo hielo. Pero no hay nada que temer porque los líderes mundiales llegaron a un compromiso muy serio, solemne e importante para la humanidad: Acordaron que después acuerdan algo, en seis meses en Alemania o en un año en México, pero después acuerdan algo.

Hubiese sido más realista y a tono con el evento llevarlos a una ciudad donde la temperatura sea de 42º grados y reunirlos a la intemperie de 10 de la mañana a 4 de la tarde, sentarlos en sillas metálicas y en el orden del día dejar hablar de primero a Hugo Chávez, con este panorama no tengo dudas que el acuerdo sobre reducción de porcentajes de emisiones de gases y apoyo financiero a los países en vía de desarrollo hubiese sido inmediato. Imagínense un día bien caliente, los presidentes sudando, al borde de la deshidratación y Chávez gritando: ¡Viva Fidel! ¡Viva el socialismo! ¡Viva Evo, el Indio Boliviano! ¡El capitalismo es la muerte! ¡El capitalismo acabará con el planeta! ¡Yo soy el salvador! ¡Abajo los Yanquis!, con ese sonsonete unas 6 horas, con tal de callar a ese señor de camisa roja los lideres mundiales harían fila para firmar el convenio, se los aseguro, todo gracias a Chávez.

Hay algo que nadie duda, el hombre y su capacidad destructiva son los únicos responsables del calentamiento global. Lea bien los números, se estima que la tierra y los planetas se formaron aproximadamente hace 4.500 millones de años y los seres parecidos al hombre surgieron hace tan solo 4 millones de años, es decir, el planeta estuvo tranquilo sin nosotros 4.496 millones de años. En términos vulgares el hombre es un autentico aparecido en la corteza terrestre, es un extraño ser vivo en la historia del planeta, en la fiesta de la vida en la Tierra, somos ni más ni menos que los borrachines que llegamos a las 5:25 de la mañana al festejo donde se baila agradablemente y pateamos el equipo de sonido, orinamos y defecamos en la mesa de la comida, rompemos la decoración y nos damos trompadas con todo el que se atraviese.

Si usted tiene la oportunidad de ir al fondo del mar y se encuentra con una medusa que hable su idioma probablemente le diga: ¡oiga, fuera de aquí!; y con la autoridad que tiene su especie por llevar 600 millones de años en la Tierra, quizás exclame: ¡Carajo esos animalitos de ahora si son jodones, ahora se creen los dueños de esta vaina!. Aunque suene incomprensible y pesimista la historia está confirmando que el paraíso terrenal existió, pero sin nosotros, sin vida humana.

Frente al calentamiento global no hay peligro pasado, presente o futuro que valga, no hay Osama Bin Laden, Adolfo Hitler, Pablo Escobar ni FARC ni "Paraco" que le haga contrapeso. Las emisiones de gases de efecto invernadero están calentando el planeta, los polos se derriten, aumenta el nivel del mar, el desorden climático genera desastres naturales, entre ellos, largas sequías pero cuando llueve el cielo se cae a pedazos, este desequilibrio estropea los cultivos, por ello cada vez hay menos producción de alimentos, crece la hambruna, con ella crece la pobreza, hay más criminalidad, los seres humanos se reproducen sin control, cada día somos más gente en el planeta y no hay comida, arrasamos con el medio ambiente y las emisiones de gases de efecto invernadero están calentando el planeta, los polos se derriten, aumenta el nivel del mar, el desorden climático… en fin, más que ser un circulo vicioso esto parece un remolino que desconcierta y asusta. Cada uno de estos factores aparecen irremediablemente como causa-efecto el uno del otro. Dejo constancia de algo, no solo los países industrializados que emiten toneladas de gases tóxicos anuales son causantes del calentamiento, soy tan responsable como usted.

Después del desastre de Copenhague le encuentro sentido al final Cien años de Soledad, novela celebre de Gabito “las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra". Hace más de 100 años (1896) que el científico sueco Svante Arrhenius, advirtió sobre el aumento de la temperatura de la Tierra por la emisión del dióxido de carbono (CO2) y hoy (Diciembre de 2009) caminamos a una catástrofe planetaria sin reaccionar, no obstante, nos hacemos llamar los seres vivos racionales: ¡No sean tan ridículos! diría aquella medusa amiga.

Me excuso con quienes no les interesa en absoluto el tema, con mayor razón si tienen plena certeza que el cataclismo planetario con características de apocalipsis bíblico no entrará a nuestra hermosa villanueva, sino que en su recorrido catastrófico prefiera de forma súbita y milagrosa desviar por la variante y seguir su paso a los pueblos vecinos.

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