Sentida despedida del país al Maestro: “Escalona se fue para el cielo…” “…Viaja en el tren de la inmortalidad”, dijo el presidente Álvaro Uribe Vélez en su discurso de despedida al compositor Rafael Escalona Martínez, que anoche fue sepultado en el cementerio central de Valledupar. Con el Presidente estuvieron, además de los miles de vallenatos y visitantes, el gobernador del Cesar, Cristian Moreno Panezo; el alcalde de Valledupar, Rubén Carvajal Riveira, y el presidente de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo.
A las 7:12 de la noche de este viernes culminaron los honores que durante tres horas se le rindieron al llamado ‘Maestro de Maestros’ en la tarima Francisco el Hombre de la plaza Alfonso López, que estuvo atiborrada hasta el último momento de una incalculable multitud que fue a darle el adiós postrero, incluidos sus miles de paisanos que llegaron a despedirlo desde Patillal - su tierra natal - a bordo de los buses que el alcalde de Valledupar, Rubén Carvajal, dispuso para ello.
El de ayer, fue un día literalmente gris. Una lámina de nubes se interpuso entre el suelo vallenato y un sol que ocultó su brillo e incandescencia, para que los admiradores, amigos y familiares fuesen en romería a saludar por última vez al hombre que rotuló la cultura y el folclor colombianos en el mundo.
Las puertas de La Inmaculada Concepción, la tradicional iglesia de la plaza Alfonso López, se abrieron a las 7:00 de la mañana de ayer, para que en peregrinaje inacabable, todos – los de aquí y los de allá – le rindieran tributo al maestro Rafael Escalona. Sólo hasta las 3:20 de la tarde, el féretro con los restos del compositor fue llevado a la tarima Francisco el Hombre, donde, 50 minutos después, comenzaron las honras fúnebres, tras el arribo a la plaza del Presidente Uribe y el cantante Carlos Vives.
La gente, que traspasó el mítico ‘palo de mango’, saludó con pañuelos blancos el cuerpo sin vida de Escalona, que yacía en la tarima ‘escuchando’ sus canciones, que interpretaron, en su orden, ‘Los niños vallenatos del Turco Gil’, ‘Poncho’ Zuleta, Jorge Oñate, Carlos Vives, y Diomedes Díaz. Con ellos estuvieron varios reyes vallenatos, quienes también se atrevieron a tocar y cantar los temas del juglar.
‘Poncho’ cantó ‘La creciente del Cesar’, Jorge Oñate interpretó ‘El Testamento’ y ‘La Maye’, Carlos Vives hizo llorar a los presentes con ‘Elegía a Jaime Molina’, y Diomedes Díaz, en breve actuación, entonó ‘El bachiller’ y ‘Señor gerente’. Los reyes vallenatos, entre quienes se encontraban Egidio Cuadrado, Sergio Luis Rodríguez, Rafael Salas, ‘Chema’ Ramos, Julio Rojas, Fredy Sierra, Hugo Carlos Granados y otros no menos importantes, cantaron ‘La brasilera’ y ‘Esperanza’.
Luego del homenaje musical, Aníbal Martínez Zuleta, ex contralor General de la República y ex alcalde de Valledupar, y el compositor Santander Durán Escalona, sobrino del Maestro, en representación de sus amigos y la familia, respectivamente, intervinieron ante los presentes para destacar las virtudes de quien fue considerado un ícono cultural y un hombre que le rindió culto permanentemente a la amistad.
Fue un homenaje extenso que rayó casi en el tedio, aún así nadie quiso marcharse hasta dejar a Escalona en su morada postrera. Los actos fueron complementados por la misa campal, que ofició el padre Enrique Iceda en reemplazo de monseñor Oscar José Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar, quien se encuentra en el exterior.
Los actos religiosos comenzaron a las 5:57 de la tarde y culminaron a las 7:05 de la noche. Luego vino el presidente Álvaro Uribe, quien arrancó lágrimas y aplausos con su breve, pero conmovedor discurso.
“Escalona se fue para el cielo. Y lo escoltan unas golondrinas que lo lloran al perderlo en la distancia. Ya trascendió el arco iris de Dina Luz y le ordena a la Nevada que derrame gotitas de lluvia para el Valle primaveral.
Escalona se fue para el cielo. Y les manda a los jóvenes cargas de versos, sus mejorales, para llevar las penas incurables de amor.
“Escalona se fue para el cielo. Viaja en el tren de la inmortalidad. Las colombianas lo lloran y también los varones. No va de estudiante, viaja al Cielo su estación final y de testamento queda su grado con honores en calidad humana”, son algunos de los apartes de la alocución presidencial, que cerró el ciclo de adioses que anoche se le dieron al gran maestro Rafael Calixto Escalona Martínez.
“Va por un sendero repleto de estrellas, camino a la eternidad”, dijo el periodista Carlos Alberto Atehortúa, otro de sus entrañables amigos, cuando el cortejo fúnebre partió para el cementerio central.
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