30 de abril de 2009

La Contribucion del Hombre Guajiro a la Nación

Por: Hernan Baquero Bracho
Una de las más importantes contribuciones ha sido la del propio territorio peninsular durante la primera mitad del sigo XVI cuando se inicia la configuración política y geográfica de las gobernaciones españolas en tierra firme, las cuales constituyeron el fundamento de las actuales naciones hispanoamericanas. La posición de la península de la Guajira, en la parte más septentrional del continente suramericano permitió una exploración temprana de sus costas hasta el Cabo de la Vela, realizada en 1499 por Alonso de Ojeda y Américo Vespucio.

Un año después Rodrigo de Bastidas explora el litoral situado al occidente de dicho cabo. Hacia 1501 la corona de Castilla creó la Gobernación de Coquivacoa en la parte norte de la península, siendo ésta la primera entidad política surgida en el conteniente suramericano. Allí se inició el más temprano proceso de conquista y poblamiento efectuado en tierra firma con la fundación de Santa Cruz en mayo de 1502, ciudad efímera levantada en la zona de Bahía Honda. Es la península, por tanto, el núcleo político primigenio a partir del cual se va a constituir en un proceso de varios siglos la actual República de Colombia.

Durante la colonia el fuerte atractivo económico que ejercían los bancos perleros determinó un particular tipo de asentamiento castellano en nuestra región, iniciado en 1539 con la Fundación de Nuestra Señora de los Remedios del Cabo de la Vela, trasladas posteriormente en 1545, al Río de la Hacha. Muchos de los pobladores hispanos arribaron a la península como comerciantes de perlas, pero una vez pasada la bonanza de ésta, muchos de ellos se trasladaron al interior del continente donde se asentaron en forma definitiva. Especial relación existía en la ciudad de Tunja, a donde fueron a parar gente del Cabo de la Vela y del Río de la Hacha, tales como Juan de Castellanos el célebre cronista de India quien fue pescador de perlas, buscador de oro y sacerdote en el territorio guajiro.

Durante la independencia, pese a que se ha considerado siempre que los guajiros vivimos aislados de resto del país, otra cosa demuestran los hechos históricos. Nuestra participación activa en las luchas de la independencia está probada en forma nítida, símbolo máximo de ello sigue siendo la figura del Almirante José Prudencio Padilla. La Batalla del Lago de Maracaibo significó el fin del poderío Naval español en el Continente Suramericano y afirmó la seguridad de la independencia de Colombia y Venezuela.

Luis A. Robles, el célebre negro Robles, el congresista de Antioquia, fue Secretario del Tesoro durante el gobierno del Presidente Aquileo Parra y pocos años después asumió en Bogotá la Rectoría de la Universidad Republicana donde tuvo como alumno a Enrique Olaya Herrera y al padre de Jorge Eliécer Gaitán. Sin olvidar a José Manuel Goenaga Gómez, quien se desempeño como comisario especial de la Guajira, Gobernador del departamento de Bolívar, ministro de fomento durante la presidencia de Miguel Antonio Caro, presidente del senado por 2 ocasiones, quien además le dio posesión al presidente Rafael Núñez, embajador ante el Vaticano, y en Bélgica donde murió en 1923. Era abogado y escritor. Hay que destacar también a uno de los mejores poliglotas que ha tenido Colombia como lo fue José Nilo Bernier, quien se constituyó en parte fundamental del Ministerio de Relaciones exteriores por varias décadas. Además de una pléyade de hombres de talla nacional que han servido a la patria, como: Jorge Juan Bendeck Olivella, Enrique Danies Rincones, Rafael Baquero Herrera, Luis Alonso Colmenares, Nelson Rodolfo Amaya, Gilberto Orozco Orozco, Amilkar Acosta Medina, Eduardo Plata Saltarén, Miguel Murgas Núñez, Iván Daza Almendrales, Jaime Daza Almendrales, José Félix Lafaurie Rivera, Ramón Dávila Martínez, Francisco Javier Daza Tovar, Jesús Quintero Mazeneth, Álvaro Rodríguez Bolaño, Iván Rodríguez Bolaño, Alberto Peralta Barros, Carlos Mazeneth Dávila, Omar Obando Daes, Rafael Augusto Daza Amaya, Nemesio Roys Garzón, Álvaro López Peralta, José Armenta Ríos, Wildler Guerra Cúrvelo, Alejandro López Peñaloza, Rafael Antonio Amaya Ovalle, entre otros. Así como el aporte a la cultura y al folclor para deleite y alegría de los corazones Colombianos, como de los mejores artistas de la talla de: Jorgito Celedón, Poncho y Emilianito Zuleta Díaz, Israel Romero Ospino, Beto Zabaleta, Egidio Cuadrado, Rosendo Romero, Rafael Manjarrez, Silvestre Dangond, Fabián Corrales, Jean Carlos Centeno, Roberto Calderón, Diomedes Díaz, Daniel Celedón, Iván Zuleta, Silvio Brito, entre otros, complementado con las letras de la pluma de Ketty Cuello de Lizarazo, Amilkar Acosta Medina, Jorge González Cuello, Mary Daza Orozco, Benjamín Espeleta Ariza, Víctor Bravo Mendoza, Guillermo Solano Figueroa, Miguel Ángel López, “Yin” Daza Noguera, José Soto Berardinelli, Benjamín Espeleta Ariza, Abel Medina Sierra, Azael de Jesús Ramírez, y un trotamundo de la historia como Efraín Medina Pumarejo.

En los aspectos culturales vale la pena detenernos en el término “Guajiro” fue Fray Pedro Simón en su obra noticias históricas publicadas en 1626, el primer cronista que utiliza el término “guajiro” para referirse al grupo indígena peninsular, pues cronistas más antiguos se referían a los indios cocinas, macuiras, catequíos entre otros.

Estos antecedentes históricos y protagónicos de “hombre guajiro” han sido determinantes para su formación. En la actualidad las condiciones del progreso en La Guajira están dadas y los beneficios que podemos seguir obteniendo de la explotación de sus recursos naturales dependerá el mañana de ese “hombre”. Extraer lo que ha servido de suelo a generaciones de guajiros significó remover toneladas de tierra y de historia. Concluyo con el apotegma del Quijote, en la última obra del pensador Amilkar Acosta Medina: “La historia es émula del tiempo, deposito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente y clara advertencia de lo porvenir”.

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