13 de marzo de 2009

Silvia Saurith, Protectora de Artistas en la Oscuridad

Por: Cesar Augusto Celedòn
Cuando Villanueva apenas respiraba los aires macondianos del florecimiento del acordeón, y cuando los cantos vallenatos solo se percibían entre el aroma nostálgico y las crónicas románticas de sucesos inverosímiles y tragicómicos victimados por la gracia, la sensualidad provinciana y el talento de Escalona; Villanueva en las noches cargadas de espantos y raquíticas brujas de encendidos ojos y ganchuda nariz, donde despabilaban los sueños de los hombres que dormían con la luna pegada a sus espaldas, la música embelesada por el publico de la parranda constituía su universo novelado.

Para esta época existían casas y sitios que por su hospitalidad y donaire de sus antifitriones y graciosamente anidada a su belleza paisajística, se hicieron tradicionalmente y familiares para la memoria colectiva, soportando el juicio de los calendarios y la resonancia tecnológica del tiempo que nada perdona y todo juzga, la casa de Silvia Saurith, es parte de la historia de ese rico y variado anecdotario regional; Silvia es una hembra hecha para la rudeza del campo, esbelta y jacarandosa, dueña de unos ojos luminosos y ariscos, des complicada y alta como una florida y maciza ceiba, humilde y solidaria, su cuerpo guarda la vitalidad de las personas que con el mirar espantan los espectros que dormitan en el alma campesina de sus seres queridos.

Como grandes cenáculos culturales, donde se deposita el polen del saber, allí se vivía un ambiente estrictamente cultural, era singularmente raro, quien no alcanzara a musitar un verso, por que cada visitante, cada contertulio vivía en carne propia, la magia de una canción que tenia el aroma de los cafetales en flor, el verso corría entre las silabas huracanadas del rio, los vericuetos de la piedras desfilando por el amplio sendero del dialogo silencioso de la memoria.

En esta floreciente morada de sátiros y dioses modernos, se iniciaron las mas fieles y prometedoras figuras de la vallenatologia actual, allí se formaron el doctor Alberto “Beto” Murgas, Daniel Celedón, Israel y Norberto Romero, Lucas Daza, Poncho Cotes Junior, Hilde Alfonso Ramírez, Gustavo Bula, Juancho Gil, Humberto Meza, Juan Carlos “Cao” Mendoza, José “Kaskita” Mazzeneth, Beltrán Orozco, panilla de arrugado sentimiento político provincial de los hijos de Silvia Saurith, quien más se ha destacado es Gilberto García a su voluntad y disciplina de trabajo logro convertirse en un autentico mecenas del firmamento artístico vallenato en la ciudad de los rascacielos, Nueva York, haciendo acopio de su talento artístico, funda la casa disquera CURRAMBA RECORDS INC N.Y.C. desempeñándose como productor ejecutivo con el animo de ayudar a un amigo y paisano, hizo realidad el sueño de otro villanuevero, el versátil acordeonista Milagros de Jesús Hernández quien grabo un disco de larga duración para la mencionada empresa discográfica que inteligentemente orientaba este notable protector de la vida artística nacido en Villanueva emporio musical orgullosamente cunas de acordeones……

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