28 de febrero de 2009

La Deuda Infinita

Por: Hernan Baquero Bracho
La crisis de la deuda lejos de ceder, se ha fortalecido por la falta de dinamismo económico, la permanencia de desequilibrios macroeconómicos, la caída de la formación de capital, la revaluación del peso, el desempleo, el deterioro de los niveles de vida y el incremento de la polarización. La crisis de la deuda externa del mundo subdesarrollado solo es una manifestación más de las manifestaciones de la crisis general del sistema capitalista y las variantes de alivio a la misma sugeridas por los países acreedores a partir de la década de los ochenta, solo son paliativos. Insignificantes para uno de los problemas más graves de la humanidad. A finales del 2000 la deuda externa del tercer mundo superaba los 2.5 millones de millones de dólares y habían mantenido la tendencia al incremento de las dos últimas décadas. Entre 1980-1998, los países subdesarrollados pagaron 217 mil millones de dólares de intereses como promedio anual. Entre 1992-1999, los pagos del servicio de la deuda sumaron 2.03 miles de millones de dólares.

El coeficiente deuda-exportaciones en 1999 siguió siendo elevado para el tamaño y alcance de las economías subdesarrolladas. El problema impide a los países invertir en capacidades productivas para impulsar el desarrollo económico. El condicionamiento del FMI y la introducción de las políticas de Ajuste Estructural han resultado traumáticos para cualquier pueblo.

La UNICEF documenta cómo los pobres y sus hijos soportan desproporcionadamente el costo de los Programas de Ajuste Estructural. Se exige austeridad en el gasto social y las políticas internas para demostrar la "responsabilidad fiscal". Esto se traduce en menos servicios sociales para los pobres, eliminación de subsidios al consumo para los productos alimenticios básicos y el transporte público, escuelas sin maestros, y hospitales sin enfermeras o medicamentos.

El desarrollo de las políticas neoliberales y el avance de los procesos asociados a la globalización, como la liberalización de los flujos comerciales y financieros, provocan el incremento de la dependencia. Simultáneamente, las propuestas desarrolladas por los acreedores para aliviar el problema de la deuda externa han sido insignificantes. El incremento acelerado de la deuda ha continuado sobre la base de las nuevas renegociaciones donde se contraen nuevos compromisos.

La realidad revela que las economías deudoras han tenido que liberar recursos del ahorro interno y el ahorro externo para cumplir con el servicio de la deuda. Esto se logró con la equivalente disminución de las importaciones que ha permitido generar un excedente en divisas para estos fines. Como resultado, los países subdesarrollados siguen siendo exportadores netos de capitales. Colombia en el año 2005 afectó su presupuesto con $29 billones de pesos para el pago del servicio de la deuda y para el año 2006 se pagaron $39 billones de pesos para la misma amortización, lo que indica un salto al vacío de $10 billones de pesos para el pago de la deuda infinita. En la noticia de Diario el Tiempo, de febrero 24 de 2009, del billón de pesos que el gobierno deberá pagar de mas este año por intereses de la deuda – frente a lo programado en septiembre – 611.000 millones corresponden a deuda externa. Así se establece en la actuación del Plan Financiero 2009 que el consejo superior de Política fiscal (CONFIS) acaba de dar a conocer. En un comienzo se había proyectado pagar 3.7 billones de pesos por intereses de la deuda externa, pero con la revisión ese monto subió a 4.31 billones. Inicialmente se había programado el pago de 14.91 billones de pesos, pero ahora este pago ascenderá a 15.99 billones de pesos.

Como quien dice cada año la deuda externa aumenta más y sus intereses también y el hueco del déficit fiscal es cada día mayor.

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