En un acto que refleja la solidaridad de la comunidad y el compromiso de la Policía Nacional con la protección de los más vulnerables, una bebé de aproximadamente un día de nacida fue rescatada la madrugada del sábado 11 de enero, tras haber sido abandonada en el kilómetro 5, en la entrada al corregimiento de Mayapo. Todo comenzó con un sonido que alteró la calma de la noche: el llanto inconfundible de un bebé. Los habitantes del sector, sorprendidos y preocupados, siguieron el sonido que parecía provenir de una zona cubierta de maleza. Alumbrando con sus celulares y el corazón palpitando con fuerza, se adentraron en el lugar y descubrieron una escena que los dejó sin palabras: una pequeña recién nacida, indefensa y sola, abandonada entre la espesura. La comunidad no dudó en actuar. Con ternura y sentido de urgencia, arroparon a la bebé con una cobija para protegerla del frío y, sin perder tiempo, contactaron a la Policía Nacional. Fue su rápida reacción y sensibilidad lo que marcó la diferencia en este momento crítico. En cuestión de minutos, funcionarios del Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia, junto con uniformados de la Estación de Policía Riohacha, llegaron al lugar. Con delicadeza y profesionalismo, tomaron a la bebé en sus brazos y activaron la ruta integral de atención, trasladándola al Hospital Nuestra Señora de Los Remedios. Allí, un equipo médico la recibió con los cuidados necesarios y confirmó una noticia esperanzadora: a pesar de lo vivido, la pequeña está en buen estado de salud. Los galenos estimaron que la bebé tenía apenas un día de nacida, lo que hizo aún más conmovedor el rescate. Posteriormente, el caso fue informado a la Defensoría de Familia, quien asumirá el proceso para restablecer sus derechos y asegurar que reciba el amor y cuidado que merece. La Policía Nacional agradece profundamente a la comunidad por su valentía y reitera su compromiso con la protección de la infancia y adolescencia. Cada denuncia, cada llamado, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Hoy, esta historia nos recuerda la importancia de cuidar y proteger a los más indefensos. Un bebé no solo es una vida; es la esperanza de un futuro mejor.
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