E l 28 de diciembre de 2024, los clanes Apshana y Epieyu, cumplieron un nuevo e n c u e n t r o para refrendar una conciliación pactada en el mes de agosto de 2023. Esa mañana del 28 de diciembre, el palabrero Orángel Gouriyu, llegó a la comunidad de Juupumare, territorio de los Apshana para cumplir con la segunda entrega de una reparación al clan Epieyu, por unos hechos que ocurrieron en mayo del 2003 donde murieron tres de sus miembros por una masacre perpetrada por el Ejército colombiano. La intervención del palabrero Orángel Gouriyu, fue clave para lograr un compromiso entre los dos clanes en conflicto, quienes consiguieron ponerse de acuerdo para el pago de la ofensa que debe terminar en la firma de un acuerdo de paz. El primer pago se cumplió en el mes de agosto del 2023, donde se entregaron noventa millones de pesos, treinta collares representados en 24 millones de pesos, seis tumas, seis mulas y 684 chivos, a lo que se sumaron los 15 millones de pesos que entregó el tío Camaichin por la masacre del 2023, donde fue acusado uno de sus miembros de ser guía del Ejército colombiano. En tanto, el segundo pago se cumplió el 28 de diciembre de 2024, donde el clan Apshana entregó a los Epieyu, la suma de 49 millones de pesos en efectivo más 87 chivos, quedando pendiente un tercer pago para completar los 1.800 chivos tasados en la negociación inicial, además de un reconocimiento por los 20 fusiles decomisados por el Ejército Nacional en la masacre del 2023. El segundo pago se concretó luego de seis conversaciones del palabrero, con las familias en conflicto en sus territorios. En el desarrollo de las conversaciones se destaca el espíritu conciliador de Elías Bonivento Apshana, conocido como Camaichin, quien comprendió la propuesta del clan Epieyu en el sentido de que con el segundo pago no quedaba saldada la retribución total por la ofensa. La historia El palabrero Orángel Gouriyu, sentado en un chinchorro recordó a la familia Asphana, por qué debían cumplir con ese segundo pago, y les relató nuevamente lo que ocurrió el 23 de mayo de 2003. También les recapituló que en esa situación se involucra al clan Apshana en un caso muy ajeno de una guerra clanil que sostenían los Epieyu con los Uriana. Para esa oportunidad, los Epieyu, secuestraron unas 40 reses de los Uriana, que ubicaron en la zona de Cucurumana, jurisdicción del Distrito de Riohacha. Los Uriana entonces acuden al Ejército Nacional y penetran al territorio del clan Epieyu y dan muerte a tres personas, y acusan que esa incursión fue guiada por un indígena wayuú que presumen pertenece al clan Apshana. Por ese hecho, Elías Bonivento Apshana más conocido como Camaichin, autoridad clanil, logra un acuerdo con los viejos del clan Epieyu a quienes entregó dos mulas, dos tumas y quince millones de pesos, para que dejen tranquila a su familia. Sin embargo, a pesar de esa entrega surge un atentado contra la vida de un joven acusado de ser guía del Ejército en la incursión del 23 de mayo del 2003 al territorio de los Epieyu, en zona de Cucurumana, quien logra salir con vida gracias a la presencia del Ejército Nacional. Esa persona sufrió un nuevo atentado en junio de 2023. El Palabrero El pasado 28 de diciembre de 2024, fue un día especial para el palabrero Orángel Gouriyu, porque logró con ese segundo pago que los clanes Apshana y Epieyu, disfrutaran de un fin de año en paz. Las conversaciones iniciaron a las 9 de la mañana, en medio de un desayuno wayuú ofrecido por el clan Apshana, en su territorio, espacio que aprovechó para recordar los acontecimientos que generaron el conflicto con los Epieyu. El palabrero revestido de paciencia, experiencia, y de escuchar, logró que los Epieyu comprendieran las dificultades de los Apshana para pagar el total de lo acordado para el pago de la ofensa. “El palabrero valoró la disposición de los dos clanes de mantener el acuerdo para firmar un pacto de paz, una vez quede saldado el pago de la ofensa”, dijo.
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