5 de enero de 2019

¡Y llegó la octava para el Junior de Barranquilla!


"¡Y llegó la octava para el Junior de Barranquilla!"


Fuente El Heraldo  

"El segundo tanto de Castro, que agarró un rebote en el área y definió con solvencia ante el achique de Viera, puso contra las cuerdas a Junior"


¡Se la merecían! ¡Importa un pepino las uñas que se comieron los rojiblancos! ¡Qué importa el sufrimiento! ¡Qué diablos el drama! ¡No importa la derrota! Nada ni nadie le quita la octava estrella a Junior.

El esquivo título les llegó por fin a los Tiburones, este domingo en el estadio Atanasio Girardot, el mismo escenario en el que se le había esfumado en tres ocasiones anteriores. A pesar de caer 3 por 1 ante el DIM, los rojiblancos se alzaron con el trofeo de la Liga por mejor diferencia de gol al imponerse 4 por 1 en el duelo de ida en Barranquilla. 

No fue fácil, no fue sencillo. En el fútbol no se regala nada, menos en una plaza tan complicada como la capital de Antioquia. El DIM, con más deseos y entrega que con  claridad y fútbol, le metió tres goles a Junior en momentos clave del juego y puso a la hinchada rojiblanca con el credo en la boca, a cruzar dedos, a devorar uñas, a encomendarse a todos los santos.


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Los guerreros de Comesaña supieron resistir y cantaron victoria en un Atanasio teñido de rojo en un 90%. Unos 2 mil fanáticos rojiblancos, en medio de la marea poderosa (unos en oriental, otros en occidental), se unieron al anhelado festejo en medio de reacciones agresivas de algunos hinchas locales que lanzaron insultos y guijarros.

Leonardo Castro, al minuto 44 y 55, acercó al DIM a la hazaña, pero Yony González, que había ingresado en lugar de Luis Díaz, convirtió el gol salvador al minuto 70.
Germán Cano, cuando parecía que la final estaba sentenciada, le dio aire y esperanza a su equipo al aprovechar un rebote de Viera tras remate de Castro y puso el 3 por 1 al minuto 79.

Se le vino el mundo encima a Junior. Se pensaba lo peor. DIM nuevamente quedó a un gol de la proeza, pero los dirigidos por Comesaña sacaron la jerarquía y con garra, concentración y posesión del balón quemaron los últimos minutos hasta que el árbitro Carlos Betancuort pitó el final del juego y explotó la alegría de la afición tiburona reunida en el Atanasio. Abrazos, gritos y desahogo por todos lados de la cancha, Junior por fin bordó completamente su octava estrella.

Primer tiempo


"Los rojiblancos controlaron al DIM en la mayor parte del primer tiempo. Aunque no lograban llegar a la portería de David González con acierto"
Los rojiblancos controlaron al DIM en la mayor parte del primer tiempo. Aunque no lograban llegar a la portería de David González con acierto, porque casi siempre fallaba en el último pase, en varios momentos del juego consiguió sostener la pelota y desesperar a los rojos.

Sin embargo, el cuadro paisa jamás bajó los brazos en sus intentos de buscar el gol. Sin claridad, sin someter a Junior, pero con insistencia, con ganas, con energía, trataba de romper la muralla. Rafael Pérez, Jefferson Gómez y Gabriel Fuentes rechazaban todo. No había filtraciones.

El DIM se había acercado con más peligro a través de disparos de media distancia. Uno de Germán Cano fue rechazado por Viera y el rebote generó un susto, pero se pudo despejar a tiempo.

En la agonía de la etapa inicial, cuando más tranquilo se encontraba y todo lucía bajo control, Viera no pudo atajar un riflazo de Leonardo Castro que se les coló por su ángulo superior izquierdo. El tanto despertó a la afición anfitriona que se había apagado un poco.

Junior no estuvo tan fino en sus contraataques y desperdició dos claros en los pies de Díaz, que no supo resolver de inmediato ante la reacción de los defensores y el arquero.

Segundo tiempo


"El segundo tanto de Castro, que agarró un rebote en el área y definió con solvencia ante el achique de Viera, puso contra las cuerdas a Junior"

El segundo tanto de Castro, que agarró un rebote en el área y definió con solvencia ante el achique de Viera, puso contra las cuerdas a Junior. Viera le atajó el cuarto a Juan Fernando Caicedo con una gran intervención. Jarlan no jugaba bien y había sido sustituido. Luis Díaz sufrió un golpe y también salió del terreno de juego.

Todo parecía en contra, pero González entró con fuerza, con enjundia y le dio al equipo la energía que estaba faltando. Su gol devolvió la ilusión y alegría. Cano aproximó al local a la hazaña con su tanto, pero solo eso. Junior se paró firme y no dio más ventajas. Cerró su arco... ¡y llegó la octava!

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