"El islandés Snorri Eldárn Hauksson encontró su reposo en medio de los sonidos de un acordeón que le despertaron el amor por el vallenato" |
"Islandés Snorri Eldjárn Hauksson" |
Por Juan Rincón Vanegas. Especial para villanueva24h
"El sueño del corazón del islandés Snorri Eldjárn Hauksson no se equivocó, cuando a kilómetros de distancia de su natal Dalvík, un pueblo pesquero, encontró su reposo en medio de los sonidos de un acordeón que le despertaron el amor por la música vallenata"
El sueño del
corazón del islandés Snorri Eldjárn Hauksson no se equivocó, cuando a
kilómetros de distancia de su natal Dalvík, un pueblo pesquero, encontró su
reposo en medio de los sonidos de un acordeón que le despertaron el amor por la
música vallenata.
Enseguida,
descubrió que la voz de Diomedes Díaz, y una canción del compositor Hernán
Urbina Joiro, eran el complemento de su alma. No había duda, la suerte estaba
echada.
Es una historia que llego a su fin
después de hadas y magias sin par
amor profundo tan dentro de mí
qué me maldice.
Ha serenado la mente al sufrir
ya qué temer si todo lo perdí
la suerte echada ya está corazón
que me maldices.
Al tenerlo
de frente la pregunta obligada era: ¿Cómo llegó un extranjero a estar cautivo
en la redes del folclor vallenato? Sonrió y contestó: “Soy una persona muy
calurosa, con muchos sentimientos que quiero mostrar, y creo que he encontrado
el género perfecto para mí porque el vallenato tiene letras increíbles, poesía,
mucha historia y el sentimiento que los cantantes expresan. El folclor
vallenato, definitivamente, es sentimiento real. De verdad, he encontrado mi
silla en la música y quiero lanzar mi carrera en el vallenato”.
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No hubo
freno que lo detuviera, porque estaba inspirado hablando en el propio templo
del vallenato en Colombia, el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo
Araujonoguera’.
“Cuando
escuché la canción ‘La suerte está echada’, me dije, no hay más. Esta es mi
música, tengo que seguir escuchando más canciones del inolvidable Diomedes
Díaz. Es y será por siempre mi cantante favorito, al lado de los
extraordinarios compositores de esta tierra”.
Paró un
instante, para maravillarse del momento que estaba viviendo en la Capital
Mundial del Vallenato, y admirarse, porque no hace mucho tiempo aprendió a
hablar español y a involucrase en este mundo llamado vallenato. “Agradezco el
apoyo de la gente, no sólo de Valledupar, sino de toda Colombia, por haberme
acogido como uno de los suyos. Tengo puesta la camiseta del vallenato, ese que
me alegra la vida”. Vallenato clásico.
Ya en la
Tienda Museo Compai Chipuco, Snorri se puso el sombrero de Alejo Durán, la gran
joya del primer Rey Vallenato, y manifestó: “A mí me gusta es el vallenato
clásico, porque expresa todo lo que significa este territorio musical lleno de
poesía y bellas historias. Las notas de los acordeones tienen encanto, me
llaman poderosamente la atención, y son el faro que guía este bello folclor que
toca el corazón de cualquier ser humano por muy frío que sea”.
Volvió a
parar unos segundos, y seguidamente confesó: “Cuando monté en mis cuentas de
Facebook e Instagram el primer video, estaba muy nervioso, porque la música
vallenata es sagrada y no quería molestar a nadie. Quería publicar mis
sentimientos, y sin imaginarlo tuve buenos comentarios y mucho apoyo. Entonces
sentí un gran empujón, publiqué otras canciones, y ahora, acá me tienen en la
propia meca del vallenato”.
El gigante
islandés avanza a pasos seguros, y ahora su nueva meta es aprender a tocar
acordeón. “Voy a aprender a tocar ese maravilloso instrumento, para así poder
componer, seguir cantando y con el tiempo llegar a ser un gran acordeonero”.
Mirando para
todos lados, y como si estuviera viviendo aquel sueño del corazón, sintió el
deseo de estar presente en el próximo Festival de la Leyenda Vallenata en
homenaje a Carlos Vives.
“Quiero
estar a finales de abril en el Festival Vallenato, para trasmitir mi
sentimiento. Me han dicho que es algo que no me puedo perder por nada del
mundo. Quiero vivir esta gran fiesta vallenata”.
Las llaves del vallenato
Snorri
siente que su tarea apenas comienza, pero también a través de los aplausos y
felicitaciones recibió las llaves del vallenato para que en el carro del
folclor vaya por todas partes, especialmente a su país. “El vallenato se conoce
allá un poco por Carlos Vives, pero ahora lo llevaré en vivo y en directo para
que sepan por mi voz que en Colombia hay una región que se la pasa cantando a
toda hora. Y que es una música que llena todos los corazones de felicidad”.
Este
empresario de la pesca, futbolista y ahora cantor de vallenatos hace un repaso
por todas las canciones que por el momento interpreta. ‘La suerte está echada’,
‘La reina’, ‘A un cariño del alma’ y ‘Cómo te quiero’ (Hernán Urbina Joiro), ‘Amarte
más no pude’ (Marciano Martínez), ‘Sin medir distancia’ (Gustavo Gutiérrez),
‘La plata’ (Calixto Ochoa), ‘Nunca comprendí tu amor’ (José Alfonso ‘Chiche’
Maestre), ‘Mañanitas de invierno’ (Emiliano Zuleta Díaz), ‘Volver a la ternura’
(Iván Ovalle Poveda), ‘Diez razones para amarte’ (Jorge Valbuena), ‘Ilusiones’
(Luis Egurrola), ‘La indiferencia’ y ‘Esa mujer’ (Silvestre Dangond) y ‘Todo de
cabeza’ (Kaleth Morales).
Cuando
termina el listado de ese vallenato que le arruga el alma, dice: “Ya tengo para
un concierto en cualquier parte del mundo al lado del acordeonero Andrés Felipe
‘Pipe’ Mendoza y el guitarrista Rafael Eduardo Mora. Ellos son mis compañeros
vallenatos”.
Ya comienza el festival…
El islandés
no paraba de hablar de este maravilloso mundo llamado vallenato. De repente
tomó su guitarra, cerró sus ojos y anunció una canción que comenzó a
aprenderse. “La llevo por la mitad, pero es muy bella. Tiene una historia llena
de muchos sentimientos”.Sin abrir los ojos, y con su voz llena de melancolía,
cantó:
Ya comienza el Festival
vinieron a invitarme,
ya se van los provincianos
que estudian conmigo.
Ayer tarde que volvieron
preferí negarme
pa’ no tené que contarle
a nadie mis motivos.
Unas
lágrimas escaparon por sus mejillas al interpretar un verso de ‘Ausencia
sentimental’, de la autoría de Rafael Manjarrés, y sin pausa expresó emulando a
su ídolo Diomedes Díaz: “Se las dejo ahí”…Pero no cumplió su promesa, porque a
poca distancia observó a una bella mujer que hizo que sus ojos brillaran, y
añadió: “Me encantaría enamorarme de una vallenata”.
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