"Los menores tienen que soportar largas horas de espera dentro de los improvisados albergues para recibir la atención de las autoridades" |
"Aunque muchas instituciones han brindado su apoyo, nadie puede hacer nada con la incomodidad que sufren los demás pequeños" |
Tomado por Diario del Norte
Pese
a que el flujo de deportados en esta zona del país se mantiene normal y no se
han presentado migraciones masivas como si se están dando en la frontera con
Cúcuta, el apoyo institucional se está presentando de manera rápida y ágil,
pero aun así la población infantil está padeciendo las inclemencias de esta problemática.
Los
niños vienen tolerando una situación diferente, ya que sus cuerpos y
condiciones no están adaptados a soportar largas horas de espera, tardanzas en
la alimentación, retrasos en los registros que se vienen presentando en las
carpas ubicadas por los organismos institucionales.
“Los
niños sufren, independientemente de que el trato no ha sido malo, pero son
pequeños y no tienen la capacidad de resistencia que puede tener una persona mayor,
por eso son los más perjudicados y nosotros los padres nos sentimos
desesperados por esta situación”, informó una de las deportadas.
Por
otro lado, el corregimiento fronterizo de Paraguachón amaneció el lunes 7 de
Septiembre en alerta, ya que comenzaron a llegar las barricadas que vienen
siendo utilizadas por el Gobierno de Venezuela para el cierre de las fronteras.
“vemos
el cierre inminente y es una situación que tiene ´reocupada a toda la población,
esta frontera tiene connotaciones diferentes a cualquier otra zona limítrofe con
Venezuela y esperamos que no sea cerrada porque puede desatarse un caos con consecuencias
fatales para La Guajira colombiana y Venezolana”, expresaron pobladores de Paraguachón.
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