28 de julio de 2013

La unión de Rafael Orozco e Israel Romero se hizo en Villanueva y Urumita

"Eterno enamorado", un bellísimo canto de Edilberto Daza, hizo centellar el escondido romance entre Clara Cabello y Rafael Orozco"
Por Álvaro Molina Silva "Chamorrito". Parte Final
‘Irra’ y Rafael se trataron de manera inesperada en una serenata en Urumita. Clara Elena Cabello era vecina de Martha Maestre, mi novia, separadas solo por una pared, de una casa larga que parecía la misma, con el mismo color y el mismo techo de palma. Gloria Heroína estaba de cumpleaños, por lo que acordamos, entonces, que unificaríamos la serenata en la ventana de Martha.

"Israel y Rafael se conocieron y se  trataron con confianza, y acercaron más su música porque Alberto "Beto" Barros hizo más periódicos los encuentros" 
Era la una de la madrugada, cuando ya estaba por terminar Manolo Galván su segunda canción, en una grabadora Silver que trajo ‘Irra’ de Medellín. Aparece en medio de la pedregosa y oscura calle un carro desconocido, justo donde aguardábamos para que ellas hicieran una seña de aceptación. 

En esa espera pasó una, otra y otra canción, hasta cuando alguien abruptamente se bajó del vehículo  y nos interrumpió con la pretensión de dar otra serenata, lo que produjo una acalorada discusión, sin mayor consecuencia entre nosotros y los aparecidos que eran nada menos que Rafael Orozco, Gustavo Gutiérrez y otros amigos de ‘Rafa’, que le acompañaban desde Valledupar a cantarle unas canciones a Clara Elena.

Clara es hermana de Nelly, novia de ‘Beto’ Barros, que también había llegado por la tarde con Hernando Marín a cumplir una cita con el amor, para después reposar sus tragos en una casa de la familia desocupada en frente.

La discusión despertó a ‘Beto’, amigo y paisano de ‘Irra’, y de los afectos de  ‘Rafa’, por los motivos que ya conocemos. Las condiciones iban apareciendo por sí solas como para que el destino con el tiempo se apropiara de la unión.

Nos tocó entonces ceder ante las pretensiones eufóricas de Rafael, hasta después de las cuatro de mañana, cuando apareció la inquietud de ‘Beto’ por hacer una nueva parranda para aliviar con tragos el mal momento de que fueron objeto Rafael Orozco y sus amigos.

Recuerdo que uno de los argumentos con que ‘Beto’ le bajó el volumen a la situación fue la propuesta de que ‘Rafa’ cantara e ‘Irra’ tocara el acordeón, pero estaba el acordeón piano de Gustavo, que no era apropiado, pues ‘Irra’ tocaba solo el acordeón de botones.

Y se hizo la parranda, dos días después, en la enramada de Guano Cabello, con ‘Nando’ Marón a bordo, otro enamorado en el pueblo, que no dejaba de verse y sentirse con serenatas para Edelmina Corrales; ‘Chemita’, Ramos, entre otros muy pocos invitados. ‘Nando’ cantó ‘La creciente’ y muchas canciones más. ‘Chema’ y ‘El Guare’ Liñán cantaron ‘Bonito el amor’ de Juan Vanegas; ‘Rafa’, ‘Eterno enamorado’, un bellísimo canto de Edilberto Daza, que hizo centellar el escondido enamoramiento entre Clara y ‘Rafa’. Hasta ahí nada de Binomio de Oro.

Clara era una paisana de mi cuadra, con lindos ojos y muy de su casa, con apenas quince años, estudiando donde las monjas, en Villanueva, una edad considerada prematura para ennoviarse, pero que ‘Rafa’ sin pausa esperó para hacerla su esposa. La novela dice otra cosa.

Ya por la mañana siguiente, a merced del guayabo, con el impasse de la serenata resuelto, aparece la idea de que estos dos artistas deberían por lo menos revisar la posibilidad de grabar juntos. Ahí nace la idea pública de la unión, incluso se daba por hecho que se haría.

En la provincia esta parranda colmó los comentarios de las esquinas, sin llegar a oídos de Daniel y Emilio Oviedo, porque las relaciones entre ellos siguieron normales.

‘Irra’ y ‘Rafa’ se conocieron y se trataron con confianza de ahí en adelante y acercaron más su música porque ‘Beto’ Barros hizo más periódicos los encuentros, y  ‘Ponchito’ no dejaba de martillar sobre ‘Irra’ lo irrepetible que sería esta oportunidad.

La parranda del sello se hizo donde Thelma Ovalle, con ‘Poncho’ Cotes. ‘Rafa’ trajo de Barranquilla a Fernando Meneses, quien cantó ‘Momentos de amor’, mientras que ‘Poncho’ se lució con ‘El pataleo’, una canción que le vi hacer en medio de un inmisericorde guayabo en menos de cinco minutos.

Donde ‘Beto’ Murgas, muy cerca de la casa de Oviedo, en el Sicarare, se hizo la tercera, ahí se incluye ‘La gustadera’.

Llegaron los pasajes desde Medallo, la palabra Binomio no se escuchaba por ninguna parte, viajaron los artistas, se grabó el disco, y todavía no se conocía ni el título del LP. Ellos, ‘Rafa’ e ‘Irra’, todavía pensaban en ‘Así crecemos’, orientándose con el nombre de ‘La creciente’.

Aquella historia de Sabanalarga de Lenin Bueno Suárez, la otra de la parranda con Mariano Canedo, unidas a la de Salivita, un loco animador de Villanueva, y otra en que se identifica por casualidad la sociedad Orozco Romero, hacen parte de especulaciones producto de la grandeza de esta unión, a la que muchos folclorólogos suelen apearse solo para sacar provecho.

‘Rafa’ estudiaba en Barranquilla, y cuando ‘Irra’ llegó a Murillo con 45, donde Estivenson Pimienta, ya hacía planes de grabación con ‘Rafa’, a pesar de la muy buena relación con Daniel.

En ese edificio también vivían Carlos Salgado y Fernando Menesses, compañeros de Daniel en la Libre, quienes apoyaron su traslado a ‘Curramba’ para darle forma al proyecto de ‘Amanecemos parrandeando’, muy pegado en el Atlántico, tanto como ‘Cariñito de mi vida’.

Hasta yo abrí la vela para La Arenosa, todos, excepto ‘El Tilo’ estábamos en Barranquilla. Con los motores encendidos y con la idea fresca se fortalece más la unión de ‘Rafa’ e ‘Irra’, pero sin nombre, lo del Binomio surge desde Codiscos, quienes llamaron a los dos después de grabado el LP para que se considerara ese nombre. Recuerdo como ahora, que estando fresqueando donde Yolanda Bula en Villanueva, acompañé a ‘Irra’ a Telecom para recibir una llamada de Codiscos, en la que se le ponía a consideración ese nombre, por lo que él pidió se le diera un tiempo prudente como para discutirlo con sus familiares y allegados, luego supe que estuvo de acuerdo.  Gustavo Bula, que hacía pareja con  Norberto, su hermano, al enterarse, festejó esa opción para el nuevo grupo.

No sé de dónde salen las otras consideraciones, la unión se hizo en  Villanueva y Urumita, su primera aparición, no se hizo ni en Sabanalarga ni en Ciénaga, donde estuve presente. Su primera presentación la hicieron en Pueblo Bello donde Oviedo no quiso asistir, por obvias razones.

El nombre es producto del talento de Gabriel Mejía, gerente de Codiscos para entonces. Luego especulaban en Medellín que tal ingenio era producto de inspiración de  Gabriel Alzate, ingeniero de sonido de la mencionada empresa.

Hoy no tengo ni la más remota idea de cómo se las arreglaron para cambiarlo por Binomio de Oro de América o Sociedad Orozco Romero.

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