"El Binomio de Oro, nace de una quimera, sin propósito definido, atendiendo más a la necesidad musical de ese momento, que al talante de presión alguna por parte de la disquera" |
Por: Álvaro Molina Silva "Chamorrito". Primera parte
Para hablar del Binomio de Oro, hay que tener conocimiento previo de su proceso y establecimiento pleno en el folclor, pues para llegar a finiquitarse esta unión, no solo bastó la voluntad de ambos artistas, el Binomio es una eterna búsqueda del mismo vallenato y consecuencia de muchos hechos que están inéditos, algunos, por tratarse de infidencias que ni los propios protagonistas han contado con el sentimiento que amerita, tal vez escondiendo pasiones de orden personal, a lo que es mejor no referirse, para respetar su reserva.
"El Binomio nace invocado por Israel Romero Ospino, pero leído y proyectado por Alberto "Beto" Barros y Alfonso "Poncho" Cotes" |
"Rafael Orozco, se Unió a Israel Romero para formar el Binomio de Oro" |
Israel y Rafael no se conocieron hasta muy poco antes de grabar, me asiste haber sido amigo y compañero de ‘Irra’, con la confianza suficiente para estar cerca de sus movimientos.
Era muy difícil esconder por mínima que fuera cualquier cosa, como que ‘Irra’ había tenido algún contacto con Rafael Orozco con el propósito de grabar un disco.
También debo comentar que no sé cuáles serían las pretensiones y pensamientos de Rafael al respecto, con lo exitoso que posaba con Oviedo por esos días y la fajada en que vio a ‘Irra’ en una parranda que comentaré más adelante.
Por eso es que es útil desmenuzar la historia, para sacar algunas conclusiones que nos permitan argumentos plenos para entrar al debate con la rigurosidad que propone este acto, tan comentado y tan grande como glorioso.
Año 1975, 18 de septiembre, cumpleaños de ‘Poncho’ Zuleta, parranda en La Jagua del Pilar en la finca La Retirada, de José Bolívar Matos. Allí asistió la ‘barra’, ‘Ponchito’ ‘El Tilo’ Sierra, ‘Chiche’ Ovalle, Israel y yo. El viejo ‘Poncho’ Cotes era de los primeros invitados y con ‘Ponchito’ se nos hacía fácil la llegada de ‘patos’ a ese kiosco. Ese día estaba amenizando la fiesta parranda Emilio Oviedo y su grupo ‘Los Candelosos del Ritmo’, también estaba Rafael Orozco,
Cantó ‘Rafa’, e ‘Irra’ hizo ver su digitación, pero acompañado por ‘Ponchito’ Cotes.
Fue una parranda excepcional, con los aplausos de siempre, reconociendo de ‘Irra’ su versatilidad y velocidad para tocar. Emiliano particularmente se desbordó en elogios, ponderando merecidamente el futuro de ‘El Pollo’. ‘Rafa’ no escondió su asombro, pero el artista era él, consagrado en esa fiesta, como para enaltecer y dar importancia a una canción más en la parranda.
‘Irra’ en cada parranda dejaba huellas muy profundas, más que pollo, se mostraba como el gallo que ha sido siempre.
En esa, a pesar del protagonismo de ambos, no se trascendió más allá del protocolo. Solo ‘Irra’ sabe qué pasó por su mente esa tarde. Nunca fue comentario entre nosotros
Mucho tiempo después, interesado en este artículo, me di el trabajo de buscarle para hurgar al respecto y me respondió que su interés en ‘Rafa’ se despertó cuando se conocieron en Manaure, un año después de la aludida parranda en La Jagua, viendo que la unión con Celedón no le pintaba el horizonte con que soñaba desde muy niño.
Es que con Daniel no estaba muy cómodo, el sustento de ‘Irra’ dependía de lo que hacía con su acordeón, y a Daniel, que estudiaba Derecho en Bogotá, se le dificultaba acompañarle; quien cantaba a menudo con él era ‘Ponchito’ Cotes, que también estaba por irse a estudiar Contaduría a Barranquilla.
Estos factores tal vez hicieron que ‘Irra’ mirara más objetivamente y como profesión su arte. ‘Irra’ estaba de amores con Gloria Heroína, esa fue su traga de siempre, Gloria estudiaba en Villanueva, pero vivía en Urumita, donde se le veía casi todas las noches, con el problema diario de regresarnos a pie, después de nueve. Agotado el escaso transporte entre los dos pueblos, nos tocaba.
‘Chamo’, algún día tenemos un carro, me decía, para no tener que venir donde Gloria con los zapatos sucios, también insistía que si con Daniel no pegaba ‘Amanecemos parrandeando’, grababa con Rafael Orozco, a lo que respondí, sin ocultar mi sorpresa, que con Daniel estábamos muy bien, además de recordarle que él no se conocía con Rafael Orozco. Yo desconocía lo de Manaure. Ya veremos ‘Chamo’, ya veremos, replicaba. Parece que todo estaba en su pensamiento como meta.
Y hago estas anotaciones tratando de hacer claridad en cómo fue el inicio de la relación entre ‘Irra’ y ‘Rafa’.
El Binomio nace de una quimera, sin propósito definido, atendiendo más a la necesidad musical de ese momento, que al talante de presión alguna por parte de la disquera, como quisieron justificarle a Daniel, quien descubrió sorprendido, que a sus espaldas algunos amigos pusieron los clavos para el cajón.
Puedo decir que el Binomio nace invocado por Israel, pero leído y proyectado por ‘Beto’ Barros y ‘Ponchito’ Cotes, que hallaron en Israel, a tiempo, una buena e infinita razón para sacar adelante a su familia. Y es lo que ha justificado la historia.
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