"La comunidad Molinera realizaron las respectivas denuncias sobre las presuntas fallas que se presentan en el proceso electoral" |
"Las cartas y documentos fueron mostrados por los denunciantes a estos medios de comunicación" |
"Jose Ignacio Montero, denunciante sobre las irregularidades electorales en El Molino" |
Tomado por Diario del Norte
Fotografías: Didier Hernández/ Twitter@villanueva24h
El Molino es un hervidero, que se calienta con el paso de los días. Solo hay dos candidatos a la Alcaldía: José Zabaleta y Fabián Rosado, por eso las fuerzas se han polarizado, hasta el punto que ya se presentan las primeras fricciones.
Lo más grave ocurrió al inicio de esta semana, cuando al padre del candidato Fabián Rosado, un hermano de José Zabaleta, lo invitó a pelear en plena Registraduría Municipal. Antes, un hombre amenazó de muerte a la registradora municipal, Olga Palacio, quien dice que seguirá en el cargo “pase lo que pase”. Pero lo más extraño es que hombres armados penetran a las casas, solo para robarse las cédulas. Lo curioso es que José Zabaleta asegura que solamente roban a sus amigos políticos, al tiempo que José Ignacio Montero, coordinador de la campaña de Fabián Rosado, que a los electores del médico no les entregan las cartas de residente.
No pueden votar
En medio del mar de denuncias e impugnaciones, se encuentran más de 350 molineros que no podrán votar en las próximas elecciones regionales, porque sus cédulas fueron dadas de baja, tras una decisión del Consejo Nacional Electoral.
Mientras los auténticos habitantes de este hermoso pueblo se preocupan por su situación, mil 350 personas ‘extrañas’ solo esperan que llegue el 30 de octubre, para que los recojan en lejanos pueblos y llegar a la plaza principal de El Molino, a fin de votar por un candidato al que no conocen.
El Municipio tiene un poco más de 9 mil habitantes. Su potencial electoral no supera las 6 mil 300 personas, pero el registro de los nuevos inscritos tiene en sus anales a 1.350 nuevas personas, que nadie sabe dónde viven y dónde duermen.
“A los amigos del alcalde, les llevan las cartas de residencia hasta donde se encuentren, a los amigos de Fabián, se las niegan”, dice en tono tajante José Ignacio Montero, uno de los jefes de la campaña.
El mismo candidato Fabián Rosado no podrá votar el 30 de octubre, porque su cédula fue dada de baja, al igual que un sobrino suyo. Una hija de Ernesto Troncoso, nacida en El Molino, no aparece en los registros de aptos para votar.
Históricamente, en El Molino se ha presentado una trashumancia de 900 personas. En el 2011 se rebasaron todos los pronósticos, hasta el punto que los ‘forasteros’ o ‘extraños’ podrían elegir al nuevo alcalde, sin mayores problemas.
El personero municipal, Carlos Andrés Zabaleta, dice que no hay denuncias oficiales. “La gente habla en los corrillos, se les invita a denunciar, pero no lo hacen”.
El alcalde Luis Alfredo Escobar Rodríguez sostiene que a todas las personas que han reclamado la carta de residencia y se someten a las normas, se les entrega, pero advirtió que ese no es el único documento para demostrar su residencia, porque con una simple factura de servicio público también se puede hacer.
Mientras la discusión aumenta, los molineros han decidido esconder sus cédulas en baúles o los viejos escondites que tienen en sus casas, para evitar que los asaltantes se lleven el único documento que les permitirá elegir a la nueva autoridad municipal.
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