“Tengo que vivir errante en la vida Por tu amor que me ocasiona Clemencia Siento que mi corazón me titila Pienso que la criminal es la ausencia”.
En el mundo vallenato es conocido como ‘Moralito’, en realidad, su nombre es Lorenzo Miguel Morales, hijo de Epimenio Herrera y Juana Morales, este hombre, pequeño en estatura pero con gran sabiduría para interpretar el acordeón e improvisar hermosos versos, nació una mañana veranera el 19 de junio de 1914 en Guacoche, vereda ubicada al norte del Cesar, la cual, antiguamente, era un palenque de cimarrones, tierra de alfareros del barro carmesí, creció viendo el arte de fabricar tinajas donde transcurrió su niñez, escuchando décimas compuestas por uno de sus tíos, Félix Morales, famoso por su especial habilidad para memorizar y silbar las melodías más enrevesadas.
A los 12 años, ‘Moralito’ aprendió a ejecutar el acordeón y a sus 17 ya era conocido como intérprete, influido por la escuela de Chico Bolaño, el más talentoso y distinguido juglar vallenato del siglo XX.
En el mundo vallenato es conocido como ‘Moralito’, en realidad, su nombre es Lorenzo Miguel Morales, hijo de Epimenio Herrera y Juana Morales, este hombre, pequeño en estatura pero con gran sabiduría para interpretar el acordeón e improvisar hermosos versos, nació una mañana veranera el 19 de junio de 1914 en Guacoche, vereda ubicada al norte del Cesar, la cual, antiguamente, era un palenque de cimarrones, tierra de alfareros del barro carmesí, creció viendo el arte de fabricar tinajas donde transcurrió su niñez, escuchando décimas compuestas por uno de sus tíos, Félix Morales, famoso por su especial habilidad para memorizar y silbar las melodías más enrevesadas.
A los 12 años, ‘Moralito’ aprendió a ejecutar el acordeón y a sus 17 ya era conocido como intérprete, influido por la escuela de Chico Bolaño, el más talentoso y distinguido juglar vallenato del siglo XX.
En el último año, Lorenzo Morales Herrera no pasó un buen diciembre, el 22 fue llevado a una clínica muy delicado de salud estando allí por varios días. Cuando se recuperaba, antes de enviarlo a casa, el doctor les recomendó a sus hijos darle motivos de alegría. “Dijo que la recuperación dependía de nosotros”, recuerda su hija Cecilia. En su casa en el barrio Primero de Mayo, de Valledupar, Lorenzo Morales recuerda los motivos que inspiraron canciones como ‘Carmen Bracho’, ‘La primavera’ y ‘El errante’.
‘Moralito’ celebró sus 96 años de vida sintiéndose orgulloso por ser el destinatario de la ‘La gota fría’. Hoy, esta canción es tema obligado en todo encuentro donde se escuche un buen vallenato. “Acordate, ‘Moralito’ de aquel día que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parada...”. Morales fue declarado ‘rey vitalicio’, pero nunca ha obtenido el título de rey en competencia. Sin embargo, algunas veces fue jurado, incluso, en la elección del primer Rey de Reyes. Comenta el compositor y acordeonero que en sus andanzas de aproximadamente 10 años con el maestro Emiliano Zuleta, en una piquería, donde ‘Mile’ hacía la música y él se la contestaba, tuvo reconocimiento, pero hasta el momento, no ha tenido ganancias económicas, pero sí la simpatía de todos su amigos y el cariño de sus hijos.
Entre las composiciones de este juglar vallenato se destacan ‘La primavera florecida’, ‘Buscando a Morales’, ‘La carta escrita’, ‘Rumores’, ‘La muerte de Moralito’, ‘Chucho’, ‘Marimonda y maco’, ‘La alondra’, ‘El errante’ y otras, hasta el momento son muchas las canciones grabadas que han hecho mérito para participar en casi todos los festivales de la región, siendo triunfador en la mayoría de estos, mencionando también las canciones inéditas que aún guarda en su baúl.
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