
“Era costumbre entre los antiguos, decían, que cuando los reyes querían demostrar sus elevadas virtudes bajo el cielo, empezaban por gobernar y dirigir sus países; pero antes de decidirse a gobernar sus países, empezaban por organizar sus hogares; y antes de organizar sus hogares, empezaban por organizar sus propias vidas; y antes de organizar sus propias vidas, empezaban por sanear sus corazones; y antes de sanear sus corazones, se consagraban a cultivar sus inteligencias para elevarse así a la cima del saber. Y llegar a la cima del saber, significa llegar al conocimiento intimo de las cosas. Y cuando llegaban al conocimiento intimo de las cosas ya quedaban capacitados para pensar bien, luego, sanear sus corazones, poner orden en sus vidas, en sus hogares y, finalmente, para dirigir y gobernar bien a sus naciones”. Son apartes del libro del soberano y el político.
De acuerdo con esta filosofía, es necesario que el hombre se conozca a sí mismo para conocer a los demás, y conociendo a los demás, se conoce a sí mismo de lo cual se desprende que la piedra angular de lo humano, es lo humano. Por lo anterior Juan Manuel Santos, representa el poder humano, el poder del convencimiento y de que el ahora es ahora. Está preparado para gobernar a este bello país, que a pesar de la excelente presidencia de Álvaro Uribe Vélez, continúa convulsionado por los avatares de la violencia.
Santos ha visto a lo largo de su vida el desfile incesante y eterno de la vida humana, con su lote de miserias y grandezas, su dolor y alegría, sus éxitos y fracasos, unidos siempre por la sonriente ilusión y el amargo desengaño de la vida de los colombianos.
Y no hay quien a través de la filosofía del soberano y el político no llegue al íntimo conocimiento del corazón humano y de todas las razones de su incesante volubilidad ante la duda o la esperanza; los golpes o favores de la suerte; o la ambición y la envidia, ciegas y corruptoras.
Todo lo que a nuestro espíritu se presenta como vago e inasible, en la palabra del gran líder y futuro presidente de Colombia Juan Manuel Santos, se vuelve luz y claridad y adquiere la consistencia de una verdad matemática.
Santos, encarna a la perfección el pensamiento del soberano y el político. Conoce nuestras necesidades. Las fortalezas, las amenazas, las debilidades y las oportunidades de nuestro país.
Tiene una gran sensibilidad hacia lo social. Con él en la presidencia continuara el crecimiento económico y la seguridad ciudadana será su punta de lanza en su gobierno. La lealtad es una de sus grandes virtudes. La mentira la aborrece de su entorno. Es un gerente eficiente en todo el sentido de la palabra. Le cabe el país en la cabeza. Maneja la política con sabiduría, la economía con pasmosa clarividencia. La ley con fortaleza y personalidad. Conoce cuál debe ser el norte de este país. La paz la llevará a cabo con fusiles o sin ellos. El dialogo lo mantiene como una alternativa de negociación pero bajo condiciones.
Con Santos en la presidencia continuará existiendo un Estado fuerte y eficiente. Existirá una economía humanizada y solidaria. Y la paz será un patrimonio inembargable de su gobierno. Como lo dije al principio él está preparado para gobernar y continuar poniendo el orden y la ley en todos los puntos de la patria. ¡Que así sea!.
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