Le aplicaron un extraño "Paquete Chileno"

Por: Didier Hernández

María del Rosario Maldonado, docente de la institución educativa Inprosur de Villanueva, no lo podía creer. Ella solo había escuchado las noticias de robos en los cajeros electrónicos, pero nunca se imaginó que en su propio pueblo, tierra de músicos y canciones, le pudieran aplicar un extraño ‘paquete chileno’, cuando intentaba sacar dinero de un cajero electrónico.

María Maldonado expresó: “Eran exactamente las 6:40 de la mañana y me dirigí a realizar la transacción en el cajero automático. Entré e inicié los respectivos procesos. Todo parecía normal hasta la digitación de la clave, pero cuando le di la anotación me salió todo bloqueado. En el monitor del cajero aparecía un mensaje que decía: ‘Estimado cliente, usted se demoró mucho para hacer la transacción, inténtelo más tarde’, eso me dio seguridad, pensé que se trataba de un daño, salí, me dirigí al otro cajero, pero me sucedió lo mismo”.

A la profesora Maldonado, al salir del cajero, la abordaron dos hombres, uno de ellos moreno y joven, aproximadamente de unos 25 años, motilado bajito, casi rapado, de buen aspecto y bien vestido. “El joven me preguntó que si estaban sirviendo los cajeros, yo le manifesté que tenían los teclados bloqueados, él me dijo que habían cambiado el sistema y que me iba a enseñar. Yo, atendiendo un poco lo que dice la propaganda de TV, ‘No permitas que un extraño entre contigo al cajero y vea tu clave’, le dije entra tú y maneja la tarjeta tuya, yo anulé la mía en estos momentos”, explicó la docente.

“En esos momentos, él ingresó al cajero y me dijo: mira a mí sí me realizó la transacción, debe ser que no sabes manejar el sistema, bueno déjalo así le dije. Inmediatamente, llegó otra persona, un hombre mayor, aproximadamente de unos 36 años, blanco, de cabello liso, ojos castaños rasgados, con acento costeño y me realizó la misma pregunta, le respondí exactamente lo mismo. Entró al segundo cajero, también le dio resultado la transacción, entonces, los dos me insistían en que fuera nuevamente a intentarlo; les dije déjenlo así, yo voy a esperar a mi cuñado que trabaja en el banco para que él me colabore. Ellos me preguntaron sobre el cargo de mi cuñado y les manifesté que era celador, fue la palabra mágica, ellos arrancaron con pasos rápidos. Ahí fue donde intuí que me habían hurtado, sin embargo, me quedé otro rato esperando. Llegó una tercera persona, un hombre moreno, grueso, y me señaló desde el cajero que efectivamente estaban bloqueados los teclados. No sé si él era parte de la banda o si fue otra de las víctimas. Esperé 5 minutos más, me dirigí a mi vivienda, entré a Internet a revisar y, ciertamente, habían realizado dos transacciones de mi cuenta”, siguió contando la mujer.

De acuerdo al relato de la docente, en la Fiscalía intentaron direccionarle la denuncia, al señalarle que no era procedente. “Yo solo quiero que se hagan retratos hablados y hacer un poco de pedagogía para que a otra persona no le ocurra un caso de esta naturaleza”, sostuvo ella en diálogo con Diario del Norte.Tras este hecho existe alarma en este Municipio, en donde no hay antecedentes de esta naturaleza y la gente tiene plena confianza en los demás.