6 de marzo de 2009

!Despertemos ya del Letargo!

Por: Hernan Baquero Bracho

Lo que sucede ahora con la Guajira, debe servirnos de soporte y de apalancamiento para despertarnos del letargo en que nos encontramos. Nuestro departamento se encuentra desencuadernado, producto del caos financiero en que la administración pasada dejó a la Península. En cuatro años no se realizaron las consignaciones bancarias y los compromisos con vigencias futuras dejan mucho que decir. No podemos continuar con la situación tan grave que estamos viviendo en materia de servicios Publicas, lo que sucede con Aguas de La Guajira y eléctricaribe deja mucho que pensar en materia de calidad de vida de nuestro departamento. Lo que se vive en Maicao bajo una precaria Institucionalidad de su Alcalde elegido popularmente y que está bajo la lupa del ministerio público, rebosa la credibilidad y la legitimidad en sus gobernantes. La Guajira no puede continuar así, o de lo contrario irá al despeñadero del cual va a ser difícil encontrar el camino y el mundo perdido. No hay otro camino o despertamos o la corriente de la ignominia y de la indiferencia nos arrastrará a todos. La Guajira dispone actualmente de una alternativa de progreso, de desarrollo y como tal de cambio. Inclusive en sus costumbres, tradicionales y formas de vida.

La Guajira hoy pasó a ser una propuesta, para convertirse en realidad, pero como siempre, detrás de todo proceso de cambio, existe un grupo humano que trabaja día a día aportando un valioso esfuerzo para alcanzar una meta ambiciosa. Somos gestores de un futuro que se construye siendo el resultado de lo que hagamos mañana. Si pensamos en todo lo que cosechamos antes- no lo malo si no lo bueno-que hubo que sembrarlo y que esa semilla todavía perdura, obtendremos mejores frutos. Debemos seguir sembrando esa conciencia de la herencia que nos dejaron nuestros abuelos y continuar sembrando nuestros recursos no renovables, por el bien de nuestra patria. Siembra que no puede ser sola y aislada si no que requiere una integración de esfuerzos, voluntades y una permanente solidaridad activa, entre gobierno nacional, departamental, municipal, empresa privada y comunidad en general, capaz de producir confianza entre gobernantes y gobernados. Entenderemos que esa confianza se ha perdido desde hace rato, pero es bueno retomarla para bien de todos nosotros.


No vivimos en un mundo de música angelical, sino en una sociedad de egoísmo y trabas y entre todos debemos romperle las vértebras al subdesarrollo que nos agobia. La tarea en que estamos empeñados exige un sacrificio de contornos colosales. El reto es grande y hay que afrontarlo y aventajarlo. Como la estrechez no nos acobarda, la voluntad la tenemos templada para sobreponernos a los desafíos del futuro. La mentalidad Guajira está cambiando y no permite vuelta atrás. Tendremos que seguir ahora más que nunca haciendo uso de nuestra innata malicia, para seguir vigilantes con habilidad y ponderación de nuestras riquezas morales y naturales y exóticas paisajes, con valor, entereza y decisión debemos pasar de espectadores a actores y protagonistas, con amor por lo nuestro.

Nuestro despertar no puede seguir siendo un simple ejercicio de la memoria macondiana, sino por el contrario, la notificación de que el Guajiro quiere unir sus esfuerzos al mejoramiento de su entorno entre el gobierno y la empresa privada. Somos parte de un país donde la Guajira existe, con sus mitos y leyendas, con los mismos derechos y deberes, pero con mayores necesidades, que otras regiones de la Patria. Solo a nosotros, la nueva generación si es que dejamos para una nueva generación, nos juzgará la historia cuando se nos pregunte: ¿Qué hemos hecho nosotros por la Guajira?

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