25 de marzo de 2009

Checho Castro

Por: Hernan Baquero Bracho
La familia Castro y la familia Baquero han estado entrelazadas a través de la historia. La vecindad de linderos ganaderos se remontan a la época en que Ana Clara Castro vendió al abuelo Constantino Baquero Araujo el predio" Angostura" en la región de Mariangola. De allí se inició una amistad y familiaridad que ha perdurado a través de muchos años. Es así como "Pepe" Castro y mi padre tuvieron muchas cosas en común, de igual manera el siempre recordado, médico Baquero y Celso Castro Castro, el popular "Checho" hicieron una amistad sin igual, desde la época en que ambos estudiaron en la Universidad Nacional en Medellín: Checho estudio algunos semestres en la escuela de minas y el tío medicina. De igual manera, Aníbal Castro Mansalvo tío de “Checho” se casó con Dominga Palmera Baquero, hija de la tía abuela Eufemia Baquero Araujo, quien se casó con Juvenal Palmera, a quien se recuerda como un patriarca bonachón y fumador de tabacos. De este hogar nacieron unos hijos ilustres además de Dominga, Cherna Castro Palmera, Enrique Castro y María Elena Castro viuda de Quintero.

Escribir sobre " Checho" Castro es placentero. Uno de los hijos ilustres del Departamento del Cesar. “Checho” representa la hidalguía y el señorío de Valledupar. Nacido en el hogar de José Guillermo Castro Trespalacio y de Josefina Castro Molsalvo, la bien recordada y querida matrona de la sociedad Vallenata: "Mama fina". De ellos heredó la tenacidad y la inteligencia de los hombres de su raza. Casado con Omaira Gnecco de cuya unión dan fe de un matrimonio feliz: Miguel, "Chechito", Patricia, Juan Pablo y la Nena Castro Gnecco.

¿Por qué destacar a "Checho" Castro? Por tres razones fundamentales: Primero, porque “Checho” representa a una de las familias que más ha tenido que ver con el desarrollo del Cesar. Quien no recuerda al legendario Pedro Castro Mansalvo, el hombre grande que Valledupar ha dado. Quien planificó el desarrollo de su región. Que ha dejado una huella indeleble a través de la historia. Quien no recuerda a su hermano "Pepe" Castro, cuando fue Gobernador del Cesar. “Pepe” merece capítulo aparte y fue un hombre pragmático, progresista y honesto. Todavía la gente del valle lo añora y lo llevan metido en su corazón a un hombre que contagió a la ciudad del encanto y de las añoranzas con sus acciones en bien de la comunidad. Quien no recuerda a su primo Gustavo Castro Guerrero, Ex Ministro de estado, quien realizó grandes cambios por el campo Colombiano. Y qué decir de su tío Pedro Castro Trespalacio, quien narra la historia de Valledupar y de su pariente Álvaro Castro Socarras que aportó también a la literatura de su tierra. Y son tanto los Castros que han aportado un grano de arena en bien del Cesar y de su Valledupar del alma.

Segundo, porque "Checho" representa a la hidalguía y al señorío de la gente de bien de Valledupar. En este país eso es lo que hay que recuperar - la gente de bien que ya no se ve - parece que en la época de la corrupción lo que ha estado de moda es la sinverguensura y la bandidez y la gente de bien fue arrinconada como un trapo viejo al rincón más lejano. Pero para fortuna hoy la gente de bien está recuperando lo que le habían robado: Su prestigio, el respeto y la dignidad por el bien de Colombia.

Tercero: "Checho" representa la estampa del verdadero Gallero. Que es otra de las cosas que une a Valledupar con su historia. El hoy por hoy, es el criador de Gallos más representativo que tiene la región. En cada concentración ahí está la figura erguida y amable de "Checho". Siempre en primera fila con sus Gallos de riñas. Los gallos de él, han sido y siguen siendo famosos por la bravura y la rapidez para enfrentar al contendor. Los Gallos de "Checho" que pasan de los 500, y hoy a sus 80 años continúa en la misma disponibilidad como si fuera ayer, engalanando a las concentraciones gallísticas con su figura de hombre de bien, de caballero y de la estampa de un verdadero gallero. El coliseo Miguel Yaneth de Valledupar, lo mismo que en Montería, Sincelejo, Riohacha, Barrancas, Barranquilla, Villanueva entre otros, ahí encontramos a este gran Señor que nos enaltece con su nobleza, su amistad, su disponibilidad, y su cariño en ese deporte hermoso de los gallos de pelea "Checho" representa al verdadero Gallero: Amable, amigable, honesto, respetuoso y sobre todo una figura hidalga en los tiempos modernos.

"Chechos" Castro no se encuentran todos los días. Es un señor en todo el sentido de la palabra. Pero lo importante es que un hijo suyo, el compadre "Chechito" está siguiendo los pasos de su padre. Se ha posicionado como un excelente Gallero, amigo y caballero. Como quien dice de tal palo, tal astilla. Bienvenida la gente de bien de mi patria querida. ¡Así es y así será!

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